La propuesta de la reforma migratoria ha pasado la prueba en el Senado, pero como es seguro que le espera una dura batalla por delante en la Cámara este verano, el presidente Obama y otros partidarios han presionado públicamente al Congreso para aprobar la ley.
El sábado, el presidente Obama, al hablar en una conferencia de prensa en Sudáfrica, instó a la Cámara, la cual es dominada por republicanos, a aprobar la propuesta de inmigración que el Senado aprobó la semana pasada. La ley garantizaría un camino a la ciudadanía para millones de indocumentados inmigrantes que viven los Estados Unidos, así como el fortalecimiento de la seguridad fronteriza como una de las condiciones para que los inmigrantes se conviertan en ciudadanos.
"Insto a la Cámara a tratar de tener esto hecho antes del receso de agosto", dijo el presidente Obama. "Hay más que suficiente tiempo. Estos asuntos se han debatido ampliamente y tienen varias semanas para tenerlo listo. Ahora es el momento".
"Una cosa que sé acerca del porqué Estados Unidos es admirado alrededor del mundo es porque la gente entiende que Estados Unidos es una nación de inmigrantes. Como Sudáfrica, somos una nación multicultural y multiracial que nos hace más fuertes. Nuestra diversidad es una fuente de fuerza. Necesitamos hacer esto bien", el presidente añadió.
No obstante, aprobar la ley no será una pelea fácil, ya que los principales republicanos de la Cámara han manifestado su oposición a la aprobación de la reforma migratoria. La última vez los republicanos movilizaron una de las dos mayores ramas del Congreso fue en el Senado en 2007, cuando derrotaron una propuesta de reforma migratoria respaldada por la Cámara y el entonces presidente Bush.
El domingo pasado, los legisladores usaron televisión para explicar sus puntos de vista a favor y en contra de la aprobación de la ley en la Cámara esta vez.
La dirigente demócrata en la Cámara, Nancy Pelosi, habló para el programa de NBC "Meet the Press", y predijo que si los republicanos en la Cámara bloquean la disposiciones que permiten a los inmigrantes indocumentados convertirse en ciudadanos, podrían crear una división entre el Partido Republicano y las minorías, tales como la creciente población latina votante, y que los republicanos nunca ganarían una elección presidencial.
Los latinos ayudaron en noviembre al presidente Obama a ganar en importantes estados indecisos como Florida y Colorado, los cuales tienen una abundante población hispana, gracias al récord de votantes latinos que rechazaron al candidato presidencial del Partido Republicano, Mitt Romney, en las encuestas. Romney, anterior gobernador de Massachusetts, prometió leyes de inmigración más estrictas como parte de su campaña.
Aún así, el republicano Bob Goodlatte (representante de Virgina), quien dirige la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes, dijo al programa de CNN "State of the Union" que no podía prever la autorización de una ley de inmigración que incluyera "un camino especial para que personas ilegales en el país obtuvieran la ciudadanía cuando hay personas que inmigraron legalmente, han trabajado por décadas y no la tienen".
Sin embargo, Pelosi y el senador de Nueva York, Charles Schumer, la última parte del grupo bipartidista del Senado que propuso la ley, argumentaron que el bloqueo del Partido Republicano hacia la misma lo condenaría entre las minorías votantes.
"Ningún democrata votará por alguna ley sin un camino hacia la ciudadanía", dijo el senador Schumer al noticiero "Fox New Sunday".
"Ni siquiera estaríamos donde estamos justo ahora de no ser por el 70 por ciento de hispanos que votaron por el presidente Obama, por el Partido Democrata, en la última elección", dijo Pelosi. "Eso causó una epifanía en el Senado, es seguro. Así que ahora, de repente, hemos logrado la aprobación de la reforma integral de inmigración en el Senado. Eso es una victoria".