Para el empleado de limpieza que estaba trabajando en una antigua casa de Poughkeepsie, localidad ubicada a unas 80 millas al norte de Nueva York, no hubiera sido extraño hallar algún animal entre los objetos viejos, o plagas entre las paredes de la casa, pero seguramente no estaba preparado para lo que realmente encontró. El contratista dio con una pared falsa detrás de la cual había contenedor de plásticos que tenía dentro los restos de JoAnn Nichols quien estaba desaparecida desde diciembre de 1985.
En la casa donde se produjo el hallazgo vivían JoAnn junto a su marido, James Nichols, quien ante la desaparición de su esposa había declarado que la había visto por última vez saliendo para ir al trabajo y que luego había tenido una conversación telefónica en vísperas de navidad. El cuerpo descompuesto, del que quedaba sólo la osamenta, dio señales de que había sufrido un fuerte traumatismo en la cabeza que podría haber sido la causa de la muerte y lo que daría fuertes señales de que se trató de un homicidio. Sin embargo el caso es difícil de esclarecer porque el marido de JoAnn, James, falleció en diciembre de 2012 a los 82 años de edad.
Los vecinos del barrio en el que vivía James, comentaron al periódico local que siempre había albergado sospechas sobre el hombre y la extraña desaparición de su esposa. Señalaron además ciertos comportamientos extraños del hombre que, entre otras cosas, había mantenido a su perro muerto en un congelador de la casa porque no quería desprenderse del querido animal. Lo definieron como un 'acumulador' de objetos, llegando a tener siete u ocho de los contenedores de basura lleno de cosas en su patio trasero.
JoAnn era maestra de escuela en Poughkeepsie, estaba casada con James Nichols con quien tenía un hijo. La mujer desapareció tiempo después de que su hijo falleciera sumiéndose en una fuerte depresión, razón por la cual, los investigadores de ese momento supusieron que se habría suicidado, y al no obtener más pistas de su paradero, el caso fue archivado.