Ya han pasado varios meses desde el fallecimiento de la artista y cantante mexicana Jenni Rivera, pero parece que algunos escándalos siguen creciendo y arremolinandose alrededor de su figura, esta vez, por las recientes declaraciones que hizo su segunda hija, Jacquie Melina Campos. En un video cristiano, la hija de "La gran señora" y José Trinidad Marín, se ocupó de contar algunos detalles de su 'dura' vida bajo el ala de su madre, su inclinación sexual hacia las mujeres y las adicciones y excesos que la acompañaron durante su adolescencia.
La joven contó cómo el impacto que le causó cuando tenía 8 años la separación de sus padres la llevó a sentirse abandonada por ambas partes y buscar refugio en relaciones pasajeras, en adicciones y excesos.
"Mucha gente piensa que mi vida ha sido fácil por quien es mi mamá y que todo se me dio en charola de plata, pero no fue así. He pasado por mucho desde que mi papá se fue. Su ausencia tuvo un efecto en mí; me sentí vacía por dentro. Empecé a tener relaciones sexuales a muy temprana edad, tenía 14 ó 15 años. Desde los 15 a los 19 estuve tratando de encontrar a alguien que me amara y no me abandonara como lo hizo mi papá",
Tras quedar embarazada de una pareja con la que no mantenía una relación funcional, Jacqie Campos decidió formalizar otra relación pero esta vez con una mujer a la que amaba, sin embargo, lejos de mejorar su situación, entró de lleno al mundo de las drogas y comenzó a descuidar a su pequeña hija.
"Me di por vencida con los hombres y me enamoré de una mujer. Había tenido relaciones con mujeres anteriormente, pero me enamoré perdidamente de una mujer. Pero sólo porque me enamoré de ella no significaba que era buena para mí. Me llevó a cosas nuevas que nunca había experimentado. Empecé a irme de fiesta y a usar éxtasis. No estaba cuidando a mi hija, no la estaba amando como debía. En ese momento pensé que estaba bien". La hija de "La diva de la Banda" comentó que además su familia no la apoyó cuando se enteraron de sus preferencias sexuales, y su madre le dijo que sólo la considere un madre pero ya no más una amiga.
Actualmente, la joven se acercó a la religión cristiana buscando enderezar su vida llena de excesos.