Cuando los años pasan, seguro no lo quieres aceptar, pero al mirarte al espejo llegas a ver que ya no eres la misma persona que eras antes. Pero quizá aún o no te das cuenta.
Seguro recuerdas que en la adolescencia te divertías a lo grande, bebías y fumabas sin medida y te desvelabas sin importar el mañana. Pero ahora es diferente, te das cuenta de las consecuencias que pueden tener las fiestas sobre tu salud y prefieres tomar ciertas restricciones. Pasados tus veintes comienzas a darte cuenta que tu ritmo de vida ya no es el mismo, si antes salías cada fin de semana de viaje con los amigos, ahora ya no tienes el mismo rendimiento, y sólo esperas a que llegue el fin de semana para poder descansar de la ardua semana de trabajo que tuviste.
Pero también puedes ser de las personas que no aceptan el paso de los años y se niegan a dejar la vida tan activa que tenían a los veintes. Para estás personas el sitio openrevista.com ha creado una minuciosa lista de 10 signos que te enviarán a la realidad, aceptando que realmente ya no eres aquel joven que se iba de fiesta cada viernes.
Una de las primeras señales y que no pasa desapercibida, es que ya te comienzan a llamar de "usted", si esto te pasa seguro has llegado a sentir que definitivamente las personas ven algo en ti que ha envejecido.
Luego vienen los dolores, esos pequeños achaques que te dan tanto en huesos como en algunas partes del cuerpo que jamás te habían dolido. Quizá llegaste a cargar algo pesado y tu espalda te dolió tanto que te la pasaste en cama el resto del día.
Ahora eres más cuidadoso con lo que vas a beber en las fiestas y reuniones, seguro recuerdas que cuando eras joven tomabas un sinfín de combinaciones de bebidas embriagantes que ahora tu cuerpo ya no puede soportar, quizá sientes dolor por esa gastritis que estás desarrollando o seguro sabes que te puede dar una fuerte resaca.
Luego, comienzas a alejarte de la moda, lo que antes era lo más "cool" y popular entre tus amigos, el último pantalón que usó el artista del momento, los tenis de tu futbolista favorito, entre otras cosas te parecen menos importantes. Ahora declinas por comprarte y usar ropa que se ajuste a tu presupuesto y sobre todo buscas comodidad, ya no te importa imponer moda entre tus amistades, buscas sentirte bien y a gusto.
Y por último podemos encontrar que definitivamente la edad te gana, te cansas más y sueles tener sueño en cualquier lugar posiblemente a cualquier hora. Duermes a mitad de una buena película, podrías llegar a cabecear en plena junta directiva e incluso en las fiestas prefieres estar sentado en lugar de bailar toda la noche como solías hacerlo.
Si notaste que algunas de estas señales encajan en tu persona, definitivamente estás envejeciendo.