Cada mañana te puedes encontrar con personas y compañeros de trabajo que necesitan de un buen café para poder despertar y otros que no lo necesitan para sentirse muy despiertos y dar un buen rendimiento al iniciar sus labores diarias. Esto, según compartió ABC.es, se debe a la diferencia de personalidad y ha sido punto de estudio del psicólogo Satoshi Kanazawa de la London School of Economics.
Dentro de la ciencia se tiene entendido que los ritmos cardiacos son los ciclos de 24 horas en donde se regulan dos partes de nuestra actividad, una parte es dividida en nuestras horas de sueño, y la otra parte son las horas en las que nos encontramos despiertos. Los seres humanos, al igual que los animales, están diseñados biológicamente para realizar labores de día y poder descansar de noche o cuando el sol se oculta, cuando estamos durmiendo nuestro cuerpo entra en una fase que ahorra su energía, la temperatura del cuerpo desciende y se deja de segregar hormonas.
Durante la etapa de sueño el ser humano deja de estar alerta y disminuye la habilidad de sus sentidos ya que su cuerpo se prepara para poder descansar de una manera adecuada, alrededor de las 3 y 6 de la mañana nuestro nivel de reflejos es muy bajo lo que podría decir que los sistemas de nuestro cuerpo se encuentran lentos y torpes.
Pero de acuerdo a los estudios hay personas que no necesitan cumplir con estas normas biológicas, por ejemplo algunas personas que cuentan con un ciclo cardiaco "adelantado" llegan a dormir antes de las 11 de la noche y despiertan entre las 5 o 6 de la madrugada, lo que describe a personas que están acostumbrada a realizar actividades fuertes durante el transcurso de la mañana, lo que requiere mayor esfuerzo físico y mental. Este tipo de personas no podría adaptar un ritmo de vida nocturno.
Hablando de la personalidad del individuo también se ha llegado a la conclusión de que las personas que tienden a trasnochar, consideradas también como aves nocturnas, cuentan con un alto nivel intelectual, incluso mayor al promedio de todas las personas. El científico aseguró que las personas que suelen dormir demasiado tarde son las que se han estado adaptando a los actuales cambios sociales, lo que los puede hacer seres un tanto complejos y evolucionados, pero también se encontró que este tipo de personas son irracionales y desarrollan conductas que son de poco fiar.
En cambio, las personas que realizan labores de día son las más ordenadas y es difícil encontrarlas metidas en alguna adicción o desórdenes de personalidad.