La sociedad ha impuesto que dentro de la relación el hombre tenga un papel importante como proveedor para el hogar, y que sea él quien se encargue de los gastos de la familia, sin embargo, un estudio en Estados Unidos reveló que, al menos dentro del noviazgo, los hombres prefieren que las mujeres ayuden a pagar la cuenta.
De acuerdo a un artículo que compartió el portal de internet Terra, en las citas se espera que el hombre realice todos los pagos, en la comida o en una salida al cine, sin embargo, de acuerdo a un estudio realizado por el psicólogo David Frederick de la Universidad Chapman en California, son dos de cada tres hombres los que prefieren que su pareja también ayude con pagar las cuentas.
Los resultados del estudio fueron impresionantes ya que arrojaron que el 64% de los hombres prefieren dividir la cuenta con su pareja, ambos pagarían partes iguales, mientras que el 44% de los hombres encuestados dijo que durante sus citas a lo largo de su vida lograron perder el interés por una mujer que no intentó sacar el dinero de su cartera para poner una parte de la cuenta final.
La fuente señala que los investigadores también descubrieron que cerca del 76% de los hombres se llegaron a sentir mal e incómodos al pagar la parte que le correspondía a su pareja. El especialista en psicología y comportamiento humano, aplicó el estudio a cerca de 17 mil personas con el fin de ver "cómo los cambios en las normas de género han tenido un impacto en las nociones más aceptadas del cortejo", según lo comparte el mismo medio, casi el 58% de las mujeres dijeron que los hombres son los que pagan la mayor parte de las citas, y 84% de los hombres estuvieron de acuerdo, incluso añadieron que esto se da aún cuando la pareja ya lleva mucho tiempo de relación.
Pero también se tuvo como resultado que cerca del 57% de las mujeres llegan a ofrecerse a pagar al menos su parte de los gastos en una cita, pero un 37% de ellas dijo que los hombres suelen rechazar que ellas aporten algo para las cuentas.
El Especialista David Frederick declaró que "entender por qué algunas prácticas de género se resisten más al cambio que otras" fue el objetivo principal para llevar a cabo su investigación, pues considera que con el paso de los años esto debería de haber cambiado.