El profesor del College Of the Redwoods, Jay Scrivner, sobrevivió al ataque de un gran tiburón blanco mientras surfeaba el pasado día domingo 6 de octubre cerca de Humboldt Bay en las costas del norte de California, así lo publica El Nuevo Herald en su sitio informativo.
Jay Scrivner de 45 años de edad se encontraba surfeando como lo hace regularmente cerca de su hogar en Eureka y luego de dos horas vio la nariz y los enormes dientes de un tiburón. El portal explica que el tiburón mordió el muslo y la tabla de surf de Jay mientras él intentaba golpearlo y gritaba hasta ser escuchado por sus amigos.
En una entrevista que comparte ElNuevoHerald, el profesor señala que antes de sufrir el ataque del gran tiburón de casi 9 pies, él y sus amigos se encontraban tranquilos disfrutando de la mañana soleada, "algunas veces uno tiene la sensación de que el mar es algo extraño. Todos estaban muy felices. Yo estaba acostado sobre mi tabla, esperando por una buena ola".
Jay es padre de dos pequeños y sabía que el pasado 2012 el surfista Scott Stephens había sobrevivido al ataque de un tiburón en la misma zona conocida como la Península de Samoa cerca de Humboldt Bay. Luego de ser mordido, el profesor se impulsó con sus brazos hasta poder llegar a la tierra en donde sus amigos y algunos otros surfistas presionaron su herida y la cubrieron con una camiseta para tratar de controlar la sangre.
El artículo señala que Dale Unea el jefe de bomberos de la Península de Samoa declaró que los socorristas llegaron para auxiliar al surfista cerca de las 8:45 de la mañana, detectándole una mordida en el muslo izquierdo que dañó el tejido suave por lo que fue sometido a 30 puntadas para cerrar la herida en el Hospital St. Joseph de Eureka.
Jay Scrivner dijo "No podía creer lo que pasaba. Cuando me alejé del animal me pregunté si me había mordido. La mente de uno no lo cree" y mostró su sorpresa ante el ataque argumentando que "lo que es extraño es que era una mañana espectacular, todos se estaban divirtiendo, y de repente esta dicotomía". Además explicó que una de las posibles razones por las que no sufrió una mordida más grave fue gracias a el grosor de su tabla ya que al ser más vieja no es tan delgada como las actuales, dijo "si me iba a morder un tiburón, estaba en las mejores condiciones".
ElNuevoHerlad comparte además que el profesor tiene intenciones de continuar surfeando aunque con mayor precaución, pues "Cuando uno ve un tiburón o lo muerde un tiburón, entonces se entera de la fuerza de ese poder".