Luego de varias décadas de búsqueda, la comunidad científica pudo reencontrarse con un viejo amigo. El biólogo Peter D. Ward, de la Universidad de Washington, pudo fotografiar al esquivo Allonautilus Scrobiculatus, especie marina que desde hace 30 años nadie había conseguido encontrar.
Información compartida por NBC News relata que el hallazgo se hizo en los arrecifes de Papúa Nueva Guinea, gracias al trabajo de rastreo y atracción realizado por Ward y su equipo, que colocaron números cebos y cámaras bajo el agua hasta a 400 metros de profundidad
El monitoreo se hizo durante los siete días de la semana, especialmente en la noche, momento en que se sabe que estos crustáceos en forma de espiral salen en búsqueda de alimento.
Innumerables horas de video se revisaron sin que en ellas aparecieran los ansiados invitados, pero no por esto el grupo perdió la esperanza. Sus esfuerzos rindieron frutos cuando las lentes pudieron captar el momento en que un extravagante Allonautilus Scrobiculatus entró a escena, acompañado por uno de sus primos cercanos, el Nautilus pompilius, especie que es más común.
Ansiosos por la oportunidad que el destino les brindaba, los especialistas capturaron y llevaron fuera del agua a la pareja de animales para tomar muestras de su concha y tejidos. Una vez que extrajeron el material necesario, los científicos los pusieron nuevamente en libertad, detalla el sitio de divulgación IFL Science.
Asimismo, los investigadores comentaron que varias especies de Nautilus, como se le conoce comúnmente a esta familia de criaturas, viven aisladas entre sí debido a que sus organismos sólo pueden sobrevivir en entornos con características muy particulares.
Notas Relacionadas: Captan Impresionante Salto De Ballena Jorobada En Canadá
Ward explicó que les ocurre algo muy parecido a los submarinos: pueden soportar la presión hasta determinada profundidad, pero más allá de cierto rango, su cuerpo comienza a resentir los estragos de los miles de litros de agua que cargan a cuestas. Y eso no es todo, pues también recienten pequeños cambios en la temperatura de su entorno.
Añadió que esta sensibilidad los obliga a habitar en determinados nichos, de donde no pueden salir, por lo que si los Allonautilus Scrobiculatus se esfuman de los mares de Nueva Guinea, sería imposible pensar que emigraron a otro lugar.
Los nautilos son considerados "fósiles vivientes" porque, se estima, tienen más de 500 millones de surcar las zonas más recónditas del océano. Se sabe que en el pasado existieron 30 especies distintas, pero en la actualidad sólo restan seis, destaca UW Today.
La última vez que se había visto al Allonautilus fue en 1986. "Posiblemente es el animal más raro del mundo" sentencio el mismo doctor Ward.
Síguenos en nuestra página de Facebook y comparte tu opinión con nosotros