Cinco osos polares hambrientos tienen rodeados a un grupo de científicos que se encuentran realizando trabajos de investigación en el extremo norte de Rusia.
Los desafortunados hombres hacían sus labores rutinarias en una estación meteorológica cuando los imponentes animales se instalaron a las afueras del edificio, a la espera de poder capturar a uno de ellos, según un reporte compartido por CNN.
Con la intención de asustarlos, los investigadores encendieron algunas bengalas, las agitaron en el aire y las arrojaron contra sus captores, sin que estos siquiera se inmutaran o dieran señales de desistir en su objetivo.
Viktor Nikiforov, jefe de la Patrulla de Osos Polares del Fondo Mundial para la Naturaleza (WFF por sus siglas en inglés) explicó a través de un comunicado que durante dos días los investigadores no han podido abandonar el inmueble para proseguir con sus labores, que consisten en medir la temperatura del océano a fin de detectar variaciones significativas.
La WWF señaló que se mantienen en contacto con los científicos para conocer su estado de salud y saber si cuentan con los suministros necesarios para sobrellevar la situación mientras llega la ayuda, refiere el sitio Fox13.
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Asimismo, el organismo ambientalista explicó que si bien los habitantes del ártico saben cómo actuar ante la aparición de osos polares y cuentan con las herramientas necesarias para hacerles frente, su personal no cuenta con algún objeto que pueda servirles para amedrentarlos o crearse una ruta de escape.
Hasta el momento, las víctimas han reportado que los animales montaron un campamento afuera de la estación meteorológica. Duermen en el lugar y realizan rondines por las inmediaciones, siempre a la espera de que aparezca alguna presa.
Con el objetivo de evitar una tragedia, la WWF ya solicitó al gobierno Ruso que envíe a sus empleados el equipo y los medios que necesitan para alejar a los osos, sin que hasta el momento hayan recibido respuesta a su petición.
Información compartida por News Everyday refiere que la vida de los osos polares en todo el mundo está en peligro. Aunque tienen la capacidad de nadar 60 millas en una sola inmersión, el deshielo de los polos ha incrementado el volumen del mar abierto y disminuido la extensión de los bloques de hielo, lo que ocasionado que miles de ejemplares se ahoguen al no encontrar un punto para descansar y tomar aire.
Del mismo modo, el cambio climático ha detonado una falta de alimento, siendo cada vez más común ver fotografías de osos polares desnutridos y al borde la muerte. Estimaciones hechas por especialistas del Servicio Geológico de Estados Unidos calculan que para el 2050, el 66 por ciento de la población total de estos mamíferos de clima frío habrá desaparecido.