Jueces estadounidenses acusaron a dos ex altos funcionarios policiales venezolanos por tráfico de drogas a finales del mes pasado, una acción que pueda alimentar aún más las tensiones entre Washington y el gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Los jueces en el distrito sur de Florida extendieron acusaciones contra Pedro Luis Martín, un ex jefe de inteligencia financiera de la policía secreta de Venezuela, y Jesús Alfredo Itriago, un ex funcionario antinarcóticos con la policía de investigación de Venezuela.
Funcionarios policiales de Estados Unidos consideran a Martín un jugador importante en la floreciente industria del narcotráfico en Venezuela. Los mismos oficiales creen que es un enlace clave entre los narcotraficantes y grandes funcionarios militares de Venezuela, los servicios de seguridad y del gobierno que protegen el comercio.
Las personas familiarizadas con el caso dijeron que los funcionarios norteamericanos consideran que el señor Martín es el principal gestor financiero que lava los ingresos del narcotráfico para los altos funcionarios venezolanos.
"Pedro Luis Martín es enorme", dice Joaquín Pérez, un abogado de defensa con sede en Miami que ha defendido a muchos narcotraficantes venezolanos y colombianos. "Él es el poder detrás del trono, el que mueve las piezas".
De acuerdo con documentos de la corte, Martín fue acusado en abril de este año. Las personas familiarizadas con el caso dicen que se ha estado moviendo entre Venezuela, Panamá y España, donde recientemente eludió la captura de Itriago, quien fue acusado en diciembre de 2013, quien se cree vive en Venezuela.
Las acusaciones contra Martín y Itriago ofrecen pocos detalles de sus presuntos crímenes. Los dos hombres están acusados de tráfico de una "sustancia controlada", que las autoridades dicen que es cocaína. El paradero de los dos hombres era desconocido y no pudieron ser contactados para hacer comentarios.
En ambos casos, la Fiscalía señala que cada uno traficó "cinco kilogramos o más de una mezcla de sustancias en las que se detecta cocaína".
Las acusaciones se revelaron sin estridencias, lo que sugiere que EE.UU no quiere llamar la atención sobre el comercio de drogas floreciente de Venezuela en el período previo a las elecciones legislativas cruciales del país en diciembre. Maduro ha dicho en repetidas ocasiones que las acusaciones de tráfico de drogas por parte de funcionarios venezolanos son los intentos de los EE.UU. para desestabilizar su gobierno.
Las investigaciones de Estados Unidos son una respuesta a una explosión en el tráfico de cocaína colombiana a través de su vecino, Venezuela.
Aunque Venezuela no produce la hoja de coca de la que se hace la cocaína, los funcionarios estadounidenses creen que unas 131 toneladas de cocaína se trasladaron de Venezuela en 2013, aproximadamente la mitad de la producción anual estimada de Colombia en aquél año, el último del que hay datos disponibles.
Una serie de altos funcionarios venezolanos, entre ellos el general Hugo Carvajal, ex jefe de la inteligencia militar, y el general Henry Rangel Silva, un ex ministro de Defensa, se han colocado en la lista de los capos de la droga del Tesoro de Estados Unidos. Tanto el general Carvajal y el general Rangel Silva han negado cualquier implicación con drogas.
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