El ejercicio del periodismo se ha convertido en una labor que cada vez se torna más riesgosa. 110 comunicadores fueron asesinados este 2015 en todo el mundo, según el reporte anual que la ONG Reporteros Sin Fronteras.
En la región ultimaron a 40 periodistas, siendo México "el país más mortífero de América Latina para el gremio periodístico", afirma Reporteros Sin Fronteras. Este año hubo ocho muertos, siendo "uno de sus casos más emblemáticos es el del reportero gráfico Rubén Espinosa, de 31 años, especializado en la cobertura de movimientos sociales y activista contra las agresiones a la prensa en Veracruz, el Estado más peligroso para el ejercicio de la profesión", afirma El País.
En el caso de Honduras, otro de los países Latinoamerica que figura en la lista, se registraron siete muertes "pese a que no se ha precisado el motivo de la muerte de ninguna de ellas. Las cifras de periodistas asesinados por el ejercicio de su profesión en el continente se multiplicarían si se contaran las muertes cuyo móvil se desconoce o no ha sido especificado por las autoridades", agrega El País.
Existen otros países del continente donde a los periodistas se les ha truncado su labor, Ultimas Noticias sostiene que en Brasil fueron asesinados ocho comunicadores, en Colombia, cinco, en Guatemala tres, en Haití, Paraguay y República Dominicana, uno.
No podemos dejar de mencionar que "el ataque a Charlie Hebdo hizo que Francia se convirtiera en el tercer país más mortífero para los periodistas en 2015. Una tragedia inédita: un país occidental nunca había experimentado una hecatombe como esta. Desde enero los periodistas o colaboradores de Charlie-Hebdo viven bajo alta protección", agrega Reporteros sin Fronteras en su informe anual.
Con el fin de mejorar las condiciones para la protección de los periodistas, Reporteros sin Fronteras hizo algunas recomendaciones a las Naciones Unidas, entre ellas: La creación del puesto de representante especial del Secretario General de la ONU para la protección de periodistas; y Que el Consejo de Seguridad de la ONU acuda a la Corte Penal Internacional (CPI) cuando se cometan crímenes de guerra contra periodistas.
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