El gobierno de Estados Unidos realizó un pago secreto de 400 millones de dólares para facilitar la liberación de cuatro rehenes estadounidenses retenidos en Therán en enero pasado, reveló esta semana una fuente cercana a la operación.
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Las revelaciones fueron publicadas por The Wall Street Journal, y de inmediato provocaron una avalancha de reacciones, principalmente entre legisladores republicanos y el candidato de dicho partido, Donald Trump quien aprovechó el escrito para criticar a su contrincante Hillary Clinton.
De acuerdo con el diario estadounidense, el dinero se entregó en cajones de madera en un cargamento no registrado a bordo de un avión de carga. El pago se habría realizado en euros, francos suizos y otras monedas y provino de bancos centrales de los Países Bajos y Suiza.
Sin embargo, la Casa Blanca ha negado que el monto haya sido entregado por la liberación de los rehenes. De acuerdo con el portal Voz de América, el gobierno estadounidense dio a conocer que el dinero entregado era un depósito que hizo Irán para comprar equipo militar antes de la revolución islámica, en 1979, equipo que nunca fue entregado.
Sin embargo, expertos en temas de Irán, Joseph Humire, destacó que este tipo de pago es algo fuera de lo normal y no forma parte de los fondos que Estados Unidos congeló al gobierno de Irán.
"Enviar dinero en efectivo, en un avión expreso y que coincida con la liberación de estos ciudadanos es sospechosa y puede formar parte de las negociaciones secretas que nunca conocimos", aseguró a Voz de América Joseph Humire, experto en temas de Irán.
Pero este miércoles, el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, volvió a negar las acusaciones.
"No lo haríamos, no lo hemos hecho, no lo vamos a hacer, no pagamos rescates para lograr la liberación de ciudadanos estadounidenses", indicó ante los cuestionamientos de los reporteros.
"Esa es nuestra política y la hemos seguido constantemente. Los únicos que están haciendo este tipo de sugerencias son los derechistas en Irán, a quienes no les gusta el acuerdo, y los republicanos en Estados Unidos a los que no les gusta el acuerdo", concluyó.
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