Por primera vez, una persona paralizada ha logrado comer y beber sin ayuda enviando mensajes desde implantes en su cerebro a uno de sus brazos.
Bill Kochevar, quien quedó paralizado tras un accidente mientras iba en bicicleta, dijo que aún se maravilla de haber recuperado la capacidad de dirigir sus propios movimientos.
Kochevar sufrió un accidente cuando chocó contra la parte trasera de una camioneta mientras participaba en una carrera de ciclismo.
Los científicos de Case Western Reserve University en Cleveland, Ohio, colocaron sensores en la zona motora de la corteza cerebral de Kochever, el área que controla los movimientos de las manos.
También implantaron 36 electrodos en uno de sus brazos y una de sus manos para estimular los músculos con impulsos eléctricos.
Y usaron un decodificador para traducir las señales del cerebro en comandos para los electrodos.
El Dr. Bolu Ajiboye, uno de los científicos que trabajó con Kochevar, reconoce que la tecnología aún debe ser mejorada.
Pero Ajiboye cree que un día esta técnica permitirá una mayor variedad de movimientos, "que podrán comenzar a transformar las vidas de las personas con parálisis".