El candidato de la derecha a las presidenciales francesas, François Fillon, dijo este lunes que sigue en la campaña pese a su promesa de retirarse si era imputado porque no había imaginado "ser víctima de tal manipulación", y reiteró que ni él ni su esposa serán condenados.
"No imaginaba una manipulación como de la que he sido víctima", señaló Fillon durante una entrevista radiotelevisada por RMC y BFMTV. "Y creo que viene del poder", comentó en alusión a los círculos privados del actual presidente, el socialista François Hollande.
Preguntado sobre si acusaba directamente a Hollande, respondió que "no es posible que este asunto no haya sido seguido con la mayor atención por las más altas autoridades"; pero Fillon al mismo tiempo reconoció que no tiene pruebas concretas y que "hay una gran duda sobre los que lanzaron esta operación".
En todo caso, consideró que si se demostraran sus sospechas sería "extremadamente grave" ya que quedaría "cuestionado el Estado de Derecho", y por eso pidió que la Fiscalía abra una investigación, e incluso avanzó que en caso de llegar a la presidencia del país pondría en marcha una comisión de investigación parlamentaria.
Así, defendió la apertura de dicha investigación sobre el supuesto sistema de espionaje a rivales políticos que Hollande habría puesto en marcha a su llegada al Elíseo, según sostienen dos periodistas de la revista francesa Le Canard Enchainé en un libro de reciente publicación.
"La Fiscalía debería mirar este caso. Si no lo hace, lo haré yo, si salgo elegido presidente. Habrá una investigación parlamentaria", avanzó el líder conservador, al tiempo que sugirió otra vez como altamente probable que él fuese uno de los espiados por el actual jefe de Estado.
El líder de la derecha, que fue primer ministro durante la presidencia de Nicolas Sarkozy (2007-2012), está imputado por los empleos supuestamente ficticios que atribuyó a su mujer y a dos de sus hijos como asistentes parlamentarios con dinero público.
Antes e incluso unos días después de que estallara ese escándalo el 25 de enero, se había comprometido a renunciar a su candidatura si era inculpado, pero hoy volvió a justificar no haber cumplido esa promesa porque se ha dado cuenta de que había ofrecido "al poder" la posibilidad de eliminarlo de la carrera por el Elíseo.
A la cuestión de si dimitiría en caso de ser elegido presidente y que durante su mandato su esposa Penelope fuera declarada culpable por los hechos por los que ella también ha sido acusada, respondió que "eso no ocurrirá porque mi mujer no será condenada". También reiteró la idea de que "si tuviera la menor duda sobre mi culpabilidad, no sería candidato a las elecciones presidenciales".