Nueve meses no son nada. La fecha del fallido golpe de Estado del 15 julio queda ya lejos en el calendario, pero no en el imaginario colectivo turco. El Gobierno se está esforzando en que así sea. En grandes ciudades del país, como Estambul, algunas paradas de metro continúan empapeladas con los rostros de las más de 240 personas que murieron aquella sangrienta noche. No es el único homenaje. Uno de los tres puentes que conectan Europa y Asia sobre el estrecho del Bósforo, por ejemplo, fue rebautizado como «El Puente de los Mártires del 15 de Julio».
Pero los tributos a las personas que perdieron la vida tras responder a la llamada del presidente Recep Tayyip Erdogan no terminan ahí.
El Ministerio de Cultura ha anunciado la construcción de un nuevo museo situado a las afueras de la capital Ankara para recordar aquel fracasado y mediático levantamiento militar. El nombre elegido, una vez más, ha sido el de «Museo de los Mártires del 15 de Julio y la Democracia», según ha informado la agencia estatal de noticias Anadolu.
Las obras comenzarán el próximo mes de junio y se prevé que esté terminado a finales del año 2018. A pesar de lo lejos que queda esta fecha, el anuncio se ha producido solo seis días antes del referéndum anhelado por Erdogan. El 16 de abril los turcos decidirán si se cambian 18 artículos de la Constitución y convierten el sistema político de Turquía en un régimen presidencialista. Con este cambio el propio Erdogan aumentaría su poder ejecutivo y la influencia que podría ejercer sobre la judicatura.
Por ahora se conocen pocos detalles de lo que se exhibirá en el museo. Los datos hechos públicos señalan que se tratará de exposiciones temporales y permanentes sobre «los guerreros y los mártires» del 15 de julio. Por supuesto, como buen museo, también tendrá su biblioteca y su tienda de souvenirs.
Durante la campaña electoral del referéndum, el golpe de Estado está siendo uno de los temas preferidos de Erdogan. No es ninguna sorpresa. Y es que, tras la sublevación militar, la popularidad del líder islamista subió como la espuma. Ankara espera ahora que la inercia de aquellos días aún se mantenga el día de la votación.
Un «insulto»
El principal partido de la oposición, el socialdemócrata CHP (Partido Republicano del Pueblo) también hace campaña con la la noche del golpe, aunque de una forma muy diferente. Kemal Kiliçdaroglu, el líder del partido, aseguró la semana pasada que lo sucedido en la noche del 15 de julio fue un «golpe controlado» ya que, según él, las autoridades descubrieron los planes de los golpistas poco antes de que lo llevaran a cabo. Todo «un insulto», según las palabras de Erdogan, para las víctimas a las él quiere homenajear con un museo.