La división de las grandes adaptaciones en dos películas se ha convertido en una norma actual en Hollywood.
Los beneficios económicos son evidentes, pero desde una perspectiva de la narración de cuentos, los resultados son mixtos. Los fans están ilusionados con llegar a vivir con sus personajes favoritos de un poco más de tiempo, pero los resultados a menudo han dado lugar a películas desequilibradas que retrasar el clímax que todo el mundo está esperando ansiosamente. "Harry Potter and the Deathly Hollows,” fue la primera franquicia en hacer el intento y el resultado estaba lejos de ser un éxito rotundo. La primera película fue criticada por su ritmo lento y su aparente falta de dirección. El último libro de "Twilight" recibió las mismas criticas y fue destruido por los críticos más aún.
Ahora es el turno de la franquicia de “The Hunger Games“ para intentar la hazaña con “Mockingjay,” y es seguro decir que el experimento es tan carente en esta entrega.
La película comienza donde la última película terminó. Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) está en el Distrito 13 y se le está pidiendo servir como portavoz político de la rebelión. Ella se siente mal de que su amado Peeta (Josh Hutcherson) fue abandonado en los Juegos del Hambre que ella destruyó. Ella está aún más molesta cuando descubre que él, de hecho está vivo, pero está siendo utilizando para el mismo fin por la Capital.
Finalmente, Katniss regresa en sí cuando ella se da cuenta de que puede obtener inmunidad para Peeta si ella está de acuerdo en hacer declaraciones en favor de la guerra. Esto sólo sirve para intensificar aún más la guerra.
Trailers de la película prometieron mucha acción, pero la realidad es que la película carece de ritmo real desde el punto de vista visceral o psicológico. A diferencia de los últimos tramos, que documentan el progreso de Katniss de una mujer en conflicto a una heroína decidida, esta película la hace interpretar las notas más irritantes - la mujer herida y llorando. Lo único que hace Katniss en toda la película es quejarse, llorar y verse lastimada. La heroína que todo el mundo ha aprendido a amar en las dos primeras películas es una sombra de sí misma. Obviamente, algo de esto es comprensible dada su reciente trauma y la pérdida de su novio. Pero el espectador a menudo se queda con la esperanza de que Katniss va a salir de eso y entrar en acción.
Ella se pone el traje de Mockingjay en algunas escenas y hace estallar un avión, pero el director Francis Lawrence es sorprendentemente cauteloso en este sentido. Hay una secuencia de acción importante en la película y ninguno de los personajes principales tienen nada que ver con eso. El clímax de la película, una misión de rescate, crece en suspenso, pero el espectador solo es testigo de los efectos posteriores de la misma, dejando una sensación más bien anti-clímax. De hecho, este patrón es en realidad incrustado en la película en general. La propaganda de Katniss es una parte importante de la obra y el espectador se llena de anticipación al ver a otros espectadores alrededor de los distritos que son testigos de ellos en vivo. En las películas anteriores, había un enorme sentido de realización y la inmersión en ser uno con los espectadores en los otros distritos cuando Katniss fue expuesta al público en la arena. Pero este sentido está completamente finalizado con esta película, dejando a los esfuerzos de la guerra parecer un poco vacíos.
El mayor problema, por supuesto, es que esta película está tramada junto con enormes cantidades de rellenos y la repeticiones y absolutamente ninguna guerra. Hay una escena en la que Gale (Liam Hemsworth) y Katniss caminan alrededor del exterior del Distrito 13, sin razón aparente. El espectador intuye que su relación conflictiva podría obtener algún tipo de desarrollo y simplemente no hay impulso, se le dice a Gale que tienen que volver. Se anula por completo la escena, por lo que es claro que la intención era añadir tiempo de proyección para una película que probablemente podría haber sido de 30 a 40 minutos más corta. Hay otra escena en la que Katniss y Gale graban propaganda en el Distrito 12. Después de la escena crucial, hay otra escena sin sentido entre los dos personajes en los que hay intentos de crear tensión en su relación. Pero, una vez más, Gale sabe que no queda nada para él y Katniss no protesta. En este punto, el triángulo amoroso está apagado, y cualquier intento abortado en esta película para reactivarlo se siente como un intento desesperado de aumentar la longitud total de la película.
La dirección de arte es bastante deficiente en comparación con las anteriores. El espectador pasa mucho tiempo mirando rocas en los barrios destruidos o el subsuelo poco imaginativo del Distrito 13, que parece demasiado similar al esquema de arte total de ”Divergent.” De hecho, los trajes que todos los personajes están usando en este distrito se ven demasiado similar a los de ”Divergent,” sólo destacando la redundancia de muchas de estas novelas distópicas para adultos jóvenes. A pesar de algunas tomas largas y sinuosas durante la introducción inicial de Katniss en el Distrito 13, que parecen destinados a crear un sentido de descubrimiento y asombro, la película no tiene sentido ni maravilla. Uno podría argumentar que esta es la tercera película de la serie y que el sentido de la maravilla se debe reemplazar con uno de familiaridad. Pero incluso eso está ausente. En lugar de sentirse vivo con viejos amigos, la película lleva en los personajes de las películas anteriores como piezas bucales para exposición. Plutarch, interpretado por Phillip Seymour Hoffman se ha reducido a ser eco de la Presidente Alma Coin, interpretada por Julianne Moore, la cual carece de carisma o apariencia de liderazgo y fuerza. Elizabeth Banks hace la impresión más fuerte como Effie Trinket, pero el personaje está empezando a agotarse (si no lo ha hecho ya). Gale crece. Katniss llora (Lawrence impacta todas las notas correctamente, pero rara vez se sienten en este personaje estático). Peeta a duras penas aparece en la película. Finnick (Sam Claflin), quien consiguió una enorme presentación en la segunda película, literalmente, se convierte en nada más que ruido de fondo.
Y el guión está lleno de puntos de trama inexplicables. Si vas a enviar a Katniss a la batalla para filmar un comercial, ¿por qué enviarla con sólo dos soldados? ¿No deseas que la clave de tu campaña de marketing este a salvo y segura? Katniss no es Superman. Y por la misma razón, ¿por qué está el Distrito 13 enviando a seis hombres a la capital para una misión de rescate? ¿Qué pasa si algo sale mal? ¿No tienes suficientes hombres para enviar como refuerzos para ayudar? ¿Por qué poner en peligro una misión tan crucial de esa manera? ¿Y por qué está el hogar de Katniss en completo orden, mientras que el resto de su distrito se ha convertido en un montón de piedras? ¿Cómo es posible que hubiera explosiones alrededor de la zona y su abrigo todavía estaba colgado en el estante? ¿Cómo está un personaje importante en condiciones de emitir una advertencia cuando ve la cara de un ser querido y más tarde se revela que de que ha sido torturado y envenenado y ve que su ser querido es una amenaza? Si ese ser querido es una amenaza, entonces ¿por qué iba a emitir una advertencia para salvarla?
Entonces, ¿hay algo que recomendar aquí? Hay una secuencia bastante inteligente en la que Katniss está siendo dirigida a hacer su primer comercial. Es un buen momento autorreferencial que ciertamente bromea con la dificultad de dirigir y actuar. La secuencia con la que graba sus primeros anuncios trae algunos golpes sutiles para los programas modernos de Reality TV. Y la visita de Katniss a un hospital es muy conmovedora por decir lo menos. Sin embargo, el toque más honesto es el crédito final que dedica la película a Philip Seymour Hoffman.
“The Hunger Games: Mockingjay Part 1" sin duda será de interés para los fans de la novela. Pero la película se siente demasiado larga y carente de ritmo. La película deja todos los grandes gestos emocionales y climáticas para su segunda parte, haciendo que esta obertura se sienta innecesaria y frustrante.
