First Posted: Mar 26, 2015 01:48 PM EDT

El estrés se ha convertido en uno de las principales causas de muerte en el mundo y es que las afectaciones que tiene en el cuerpo pueden derivar en fatales consecuencias que no sólo afectan la integridad física de las personas, sino su entorno e incluso a las personas que aman.

Esta es una razón de peso para considerar aprender a manejar los niveles de estrés en nuestra vida cotidiana, en el trabajo, en la escuela, en la calle o en el hogar.

A continuación te damos cuatro formas básicas para combatir el estrés diariamente. Es un trabajo que sólo nosotros podemos realizar. La decisión de vivir en estrés está en tus manos.

1.       Concientizar la respiración por 5 minutos

 

Elige el momento adecuado, antes de entrar al trabajo, a la hora de la comida, después de limpiar la casa, antes de ir a la escuela por lo niños o de entrar a un examen. Detente y concientiza la forma en la que estás respirando, mira el movimiento de tu pecho y las veces que inhalas y exhalas aire.

¿Para qué sirve? Este ejercicio te ayudará a concentrarte en algo fuera de tus presiones, te ayudará a reducir la presión causada por miles de tareas pendientes, además te ayudará a respirar mejor en esos cinco minutos. La inhalación más profunda y lenta ayuda a la relajación rápida de los músculos y oxigena el cerebro.

2.       Concientiza lo que comes

 

Las múltiples tareas o los altos niveles de pueden derivar en la ingesta compulsiva o ansiosa de comida.

Elige un tiempo para comer en el que no necesites socializar. Come despacio, concéntrate en cada sensación de olor, sabor y textura que te ofrece la comida. Disfruta de tus alimentos y detente en el momento que estés satisfecho

¿Por qué sirve? Una persona en alto nivel de estrés come por instinto. El concientizar esta actividad ayuda a desplazar las preocupaciones y el comer lento mejora la digestión, lo que tendrá un impacto positivo en las personas que por su trabajo deben permanecer mucho tiempo sentadas.

3.       Concientiza tu cuerpo

 

Elige un espacio a solas, en el que no te distraigan por los próximos tres o cinco minutos. Busca un lugar cómodo donde sentarte y cierra los ojos. Enfoca tu atención desde los pies y escanea tu cuerpo desde el dedo gordo, pasando por el empeine, el talón, las espinillas, las rodillas, los muslos; así hasta llegar a la cabeza.

¿Por qué sirve? Al realizar un escaneo de tu cuerpo descubrirás puntos de incomodidad, dolor o ansiedad; malestares que por el estrés han sido ya parte de tu cuerpo y los habías estado ignorando. Esto te ayudará a saber que partes de tu cuerpo requieren mayor atención y si tienes la oportunidad da un leve masaje en esa parte de dolor al mismo tiempo que respiras profundamente.

4.       Concientiza tus emociones

 

Estando en un lugar cómodo y sin interrupciones, cierra los ojos y presta especial atención a tus emociones y sentimientos que te afectan en ese preciso momento. Basta con reconocerlas y estar consciente de que existen, buenas o malas, pero ahí están. Puedes llegar a sentir temor, angustia o ansiedad; pero no busques explicación, simplemente respira profundamente.

¿Por qué sirve? Las emociones generalmente se esconden o se guardan por  largas temporadas, pero cual olla exprés, tarde o temprano saldrán. Es necesario saber cuáles son las emociones que nos agobian y están afectando nuestro entorno para así poder separar las negativas de las positivas, trabajar en ellas y liberarse de la tensión que causan.

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