El Tribunal Federal de Malasia confirmó este jueves la pena de muerte a tres hermanos mexicanos sentenciados a morir en la horca, después de haber agotado todos sus recursos legales, informaron medios locales.
Acompañados por familiares y el embajador mexicano en Malasia, los hermanos Luis Alfonso (47), Simón (40) y José Regino González Villarreal (37), escucharon la sentencia del Tribunal Federal en la capital administrativa de Purtrajaya, destacó The Star Tribune.
Los tres hermanos fueron detenidos el cuatro de marzo de 2008, en una fábrica del parque industrial de Senai, en la localidad de Johor, al sur de Malasia.
Las autoridades policiacas hallaron 29, 460 kilogramos de metanfetaminas, así como equipo para su elaboración en las instalaciones de la planta. Los hermanos fueron arrestados y acusados de narcotráfico, sin embargo, insisten en que desconocían que el lugar se usará para procesar drogas y sólo trabajaban como equipo de limpieza.
Kitson Foong, abogado de los hermanos, explicó que cinco jueces del Tribunal Federal, el máximo tribunal de Malasia, rechazó por unanimidad la apelación este jueves. La defensa de los mexicanos ha argumentado que la evidencia del caso fue manipulada, y expresó su rechazo ante la decisión del tribunal que acerca cada vez más a los hermanos Villarreal a la condena de muerte, rescató Fox News.
En Malasia, el tráfico de drogas está penado con la muerte, por lo que los mexicanos serán ejecutados en la horca si un último recurso legal, solicitar el perdón real, no llega a buen puerto.
Los hombres son los primeros mexicanos arrestados en Malasia por cargos de narcotráfico. Trabajaron en fabricación y venta de ladrillos en México, y su familia dijo que dejaron el país ante una oportunidad de trabajo en el extranjero. Familiares y vecinos insisten en que no había ninguna señal de que estaban involucrados en el tráfico de drogas.
El gobierno de Malasia ha colgado más de 440 personas en los últimos 50 años, muchos de ellos por delitos de drogas, según rescata The Star Tribune, se estima que 900 personas están en el corredor de la muerte.
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