'Stichting Ambulance Wens', una fundación holandesa se ha convertido en una organización de caridad que ayuda a enfermos terminales para que cumplan su último deseo.
Ésta fue creada por Kees Veldboer sin fines de lucro después de apoyar a un paciente. "He aprendido que la gente que va a morir tiene deseos pequeños", afirma. Actualmente se desenvuelve como el conductor de la ambulancia que transporta a los enfermos.
Según información de BBC, ellos se dieron a conocer por una fotografía que circuló alrededor del mundo a inicios del 2015 donde se puede apreciar a una mujer que fue trasladada sobre una camilla al museo Rijksmuseum de Ámsterdam para contemplar su cuadro preferido de Rembrandt.
La idea surgió cuando, en noviembre de 2006, estaban trasladando de un hospital a otro a Mario Stefanutto, un paciente terminal que ya no resistía la situación en la que se encontraba. Por lo que Veldboer al saber que éste era marino le preguntó si le gustaría tener la oportunidad de navegar otra vez. Así que inmediatamente con la debida autorización, lo llevó al puerto de Rtterdam.
En una carta hecha antes de morir, el señor declaró: "Me hace bien saber que todavía hay personas a quienes le importan los demás. Les puedo asegurar desde mi propia experiencia que un pequeño gesto de alguien puede tener un gran impacto", cita El Nacional.
Ahora Veldboer junto con la ayuda de su esposa Ineke, enfermera de profesión, cuentan con 230 voluntarios, seis ambulancias y una casa de vacaciones acercándose a siete mil deseos cumplidos durante ocho años. "A los voluntarios nos da gran satisfacción ver a la gente disfrutando", dijo Roel Foppen, un exsoldado que trabaja como conductor.
En promedio, se ayudan a cuatro personas al día que pueden ser de cualquier edad teniendo como única condición ser enfermos terminales y tener que ser transportados en camilla.
Asimismo, se destaca que la paciente más joven era una pequeña gemela que tenía tan sólo 10 meses de edad, la cual nunca había estado en casa y sus papás querían sentarse con ella en el sofá aunque fuese una vez.
Su paciente más grande tenía 101 años. Su deseo era montar a caballo, deseo que le fue cumplido y durante su último paseo fue saludando a todos como si fuera parte de la realeza.
¿Tienes algún dese que te gustaría cumplir antes de morir?
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