La realización de la boda entre el actual presidente Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera estuvo plagado de procesos irregulares, simulaciones por parte de la Arquidiócesis Primada de México, que encabeza el cardenal Norberto Rivera.
Se montó una maquinaria que le quitó sus potestades al ministerio sacerdotal a José Luis Salinas Aranda, quien desempeñaba actividades pastorales en Televisa, esto para declarar nulo el enlace religioso entre el productor de televisión José Alberto Castro y "La Gaviota".
El 27 de diciembre del 2010 se llevó a cabo el enlace matrimonial entre el aquél entonces candidato a la presidencia y la actriz, el cual fue televisado.
Revistas de sociales dieron la nota de la boda, pero la ceremonia tuvo que anteceder por el Tribunal de la Rota Romana, El Vaticano, quien lo calificó como un "craso simulacro de justicia," según consta en un expediente en poder de Aristegui Noticias y la revista Proceso obtenido semanas antes de la esperada visita del Papa Francisco a tierras mexicanas, que se realizará del 12 al 17 de febrero.
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Autoridades de la Santa Sede y Enrique Peña nieto tuvieron conocimiento de la irregularidad sobre el anulación del matrimonio religioso con "El Güero" Castro y sancionar al padre Salinas Aranda.
Tanto Angélica Rivera como José Alberto Castro comenzaron su relación a inicios de la década de los noventa, de ella nacieron tres mujeres: Sofía (1996), Fernanda (1999) y Regina (2005).
En 2004 se casaron en una ceremonia íntima, en la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima, en la Colonia Roma.
En el acta matrimonial eclesiástica, fechada el 2 de diciembre se lee: "Yo, P. Ramón García López C.R. asistí el Matrimonio Canónico Religioso de José Alberto Castro Alva y Angélica Rivera Hurtado, quienes recibieron las bendiciones nupciales".
De testigos firmaron: Fausto Sáinz Castro, familiar de José Alberto, y tres de las hermanas de Angélica: Elisa, Adriana y Carolina.
En las fotos de la boda se puede ver a Angélica, con un vestido blanco, y a José Alberto junto a su hija Sofía, de entonces 8 años, con la presencia del padre José Luis Salinas y el sacerdote que ofició el enlace.
El 11 de diciembre de 2004 fueron a Acapulco para realizar una ceremonia para dar gracias por el sacramento que realizaron en la Ciudad de México con anterioridad.
Esa ceremonia fue oficiada por el padre José Luis Salinas, a quien conocieron en Televisa, donde era llamado "El sacerdote de las estrellas".
En el 2007 dio vida a "La Gaviota" en destilando amor, telenovela que le dio la fama para convertirse en la imagen oficial del Estado de México, que gobernaba Enrique Peña Nieto.
Para 2008, Castro y Rivera se divorciaron por lo civil. Para el 12 de noviembre se confirmó el noviazgo entre "La Gaviota" y Peña Nieto. Posteriormente el gobernador confirmó la noticia, para el 11 de marzo del 2009, Angélica acudió a la Arquidiócesis, como lo dio a conocer a la prensa el padre José de Jesús Aguilar, director de radio y TV de ese organismo religioso:
"Ella estuvo el miércoles y pudo haber iniciado el proceso, que puede durar uno o varios años. No sabemos si haya ido a pedir información, si ya haya llevado la primera parte escrita que se pide para este proceso o ya esté en una situación más avanzada... La declaración de nulidad matrimonial no tarda un día o dos: es un proceso que lleva un tiempo largo. Sabemos que estuvo ahí, en el Arzobispado, pero ella no ha dicho todavía si ha solicitado la declaración de nulidad o no para que se inicie el proceso".
En su momento la hermana de la actriz, Maritza aclaró la solicitud que había realizado: "No se trata de una anulación de matrimonio, sino de invalidez porque se casó en la playa y es un trámite que está haciendo por sus hijos".
Para el 19 de mayo, el Tribunal de la Arquidiócesis publicó un decreto que anuló el matrimonio de Rivera y Castro, alegando un defecto de forma canónica, incluida la ceremonia de la playa.
Angélica ofreció una entrevista donde dio detalles de los hechos: "Después de mi divorcio civil, pedí la anulación de mi matrimonio por la Iglesia y hasta entonces me enteré de que la Iglesia no puede hacer válido el supuesto matrimonio de la iglesia de Fátima porque no se corrieron amonestaciones, en la ceremonia del 2 de diciembre no hubo anillo, no hubo lazo y, por si fuera poco, el padre de la iglesia de Fátima que firmó el acta no tenía permiso para celebrar el sacramento. Por eso la Arquidiócesis Primada de México lo resolvió como una "falta de forma canónica", pero la verdad fue un error nuestro porque no sabíamos que se podía presentar esta situación..."
Al tiempo que se llevó a cabo la anulación del trámite, la Arquidiócesis también realizó un proceso en contra del padre Salinas Aranda por tres razones: haber actuado como sacerdote sin licencia; haber simulado el matrimonio de Rivera y Castro, por lo que debía ser "castigado con una pena justa", y que había realizado sacramentos en Televisa sin autorización de Norberto Rivera.
Un mes después a Salinas se le prohibió ejercer el ministerio y hasta le prohibieron vivir en la Ciudad de México. El documento fue firmado por Alberto Pacheco Escobedo, entonces Vicario Judicial del Tribunal religioso.
Pacheco fue fundador de la Universidad Panamericana y le dio clases de derecho a Enrique Peña Nieto.
Cuando la Arquidiócesis castigó al Padre Salinas, quien sólo ofició una misa de acción de gracias, nunca procedió en contra del padre Ramón García López, quien sí casó a Rivera y Castro en la iglesia de Fátima, y quien sigue ejerciendo el ministerio en Michoacán.
El 2 de febrero de este año, el padre García López sostuvo que el matrimonio de Rivera y Castro fue realizado correctamente: "Lo único que le puedo decir es que el matrimonio se realizó bien, todo, con el Güero Castro... Todo se realizó bien".
En diciembre del 2009, Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera, junto al presidente de la Conferencia del Episcopado, Carlos Aguiar, y un grupo de obispos viajaron a El Vaticano a inaugurar una exposición de artesanos del Estado de México. Pero utilizaron el viaje para anunciarle al Papa Benedicto XVI que planeaban casarse. El 16 de diciembre, en la Basílica de San Pedro, Peña Nieto entregó el anillo de compromiso a Angélica.
Dos días después, el padre jesuita y exrector de la Universidad Iberoamericana, Enrique González Torres, reaccionó con una carta dirigida al Nuncio Apostólico, Giuseppe Bertello, en defensa del padre Salinas, argumentando que la única acusación seria en su contra era que había realizado el matrimonio de Castro y Rivera sin las debidas licencias:
"El tribunal aprovechó esta acusación para desplazarlo de la Arquidiócesis de México. Esta acusación es totalmente falsa, puesto que el matrimonio de estos señores se celebró en la Ciudad de México el 2 de diciembre de 2004 y no por el Padre José Luis Salinas, según consta en el acta de matrimonio que le anexo".
"Además considero que lo que están haciendo es injusto y grave. Es muy triste que por condescender a una señora que pretende casarse por la iglesia con el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, se haga toda esta injusticia".
"Me preocupa enormemente el hecho de que el día 16 del presente mes, el gobernador del Estado de México fue recibido en audiencia oficial por el Papa y el Secretario de Estado del Vaticano. Aún más me preocupa que el Presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana acompañó a estos señores avalando así su próximo matrimonio eclesiástico, cuando la anulación del matrimonio de la Sra. Angélica Rivera fue hecha a todo vapor, rápidamente y llena de irregularidades. Esa noticia salió en todos los periódicos de México y no es remoto que se venga un gran escándalo que quizás podamos detener".
En su momento monseñor Christopher Pierre, quien recomendó al padre José Luis "que se defendiera, pero que tuviera toda la prudencia para no perjudicar a la Iglesia".
También le informaron que el proceso estuvo lleno de irregularidades y Bertello reveló que: "Ellos han aceptado iniciar un proceso de revisión en el Tribunal eclesiástico de la Ciudad de México, que según ellos me han informado revertirá tanto el castigo del padre Salinas, como la anulación del matrimonio de la señora Angélica Rivera...".
José Andrés Corral respaldó al padre Salinas y envió una carta a la Signatura Apostólica, en la que denunció que el Tribunal de la Arquidiócesis cerró el caso impidiendo al sacerdote su defensa. Y sin más le dijo: "La sentencia del Tribunal en contra del padre Salinas afirma que ni Angélica Rivera ni tres de los cuatro testigos "entendían" que en la Iglesia de Fátima se realizó un matrimonio, y se asegura que el verdadero enlace fue la ceremonia de acción de gracias en la playa de Acapulco. Tres de los testigos eran hermanas de Angélica y el cuarto era familiar de José Alberto".
El ex esposo de "La Gaviota" declaró que siempre supo que la ceremonia de Acapulco era sólo una bendición y que la boda religiosa se llevó a cabo en la Iglesia de Fátima, contradiciendo la versión de Angélica y del Tribunal de la Arquidiócesis.
El 27 de diciembre del 2010, se llevó a cabo el enlace matrimonial entre Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera, pero tres semanas antes, el padre Salinas envió una carta al personal del entonces gobernador, donde le decía: "En Acapulco se celebró una misa, que yo mismo presidí por invitación de los esposos, en la que se renovó el compromiso matrimonial realizado canónica y previamente a la mencionada celebración. Del consentimiento matrimonial no fui yo el testigo canónico sino un sacerdote debidamente delegado para ello, lo que hace que el matrimonio fuera absolutamente válido y no tan fácil de ser anulado".
"Si en este tema, no lo sé, alguien le ha asesorado, quiero decirle que lo ha hecho no sólo mal sino MUY mal. Las implicaciones que todo esto tiene son en verdad muy graves y por lo mismo muy importante de tomarse en cuenta".
En la carta agradeció que el Gobernador estuviera al pendiente de su estado de salud, pues padecía cáncer de hígado desde hace varios años.
A pesar de ello, Enrique Peña Nieto llegó a participar en la boda religiosa oficiada por el arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda, quien fue obispo de Atlacomulco, municipio del cual es oriundo Peña Nieto.
La misa se llevó a cabo a puerta cerrada, con cientos de bancas vacías en la catedral, pese a que hay imágenes de la pareja comulgando y entregando sus anillos de matrimonio, no hay registro público en el que pronuncien la liturgia del sacramento.
Durante 2011, continuaron las comunicaciones del padre Salinas al Vaticano. El 22 de febrero de ese año, el arzobispo Celso Morga Iruzubieta, de la Santa Sede, le comunicó que su caso fue turnado al Tribunal de la Rota Romana y ahí debía comunicarse para futuras notificaciones.
El padre Salinas contrató a Martha Wegan, una canonista austriaca, quien presentó formalmente su caso ante la Rota Romana hasta el 9 de julio de 2012.
El 20 de noviembre se llevó a cabo la sentencia sobre el padre Salinas. El documento de seis hojas y escrito en latín, dice:
"Entre los argumentos vertidos por la Rota estaban que la Arquidiócesis, que encabeza el cardenal Norberto Rivera, no siguió el debido proceso y nunca dio al padre Salinas la oportunidad de defenderse ni se le nombró un abogado, pues además se encontraba hospitalizado debido a su enfermedad. Para entonces, Peña Nieto ya había tomado protesta como presidente".
El sacerdote enfermo y sin ejercer, envió una carta de 12 páginas al Papa Francisco, en la que le solicitó que intercediera por él. En ella se leía:
"Esta misiva tiene varias intenciones. La fundamental es hacer aclaraciones necesarias para resarcir mi persona en el ejercicio del ministerio sacerdotal, frente a infundios y calumnias por las que me he visto sometido a la sanción canónica y en las que se encuentran involucradas personas que pertenecen a la jerarquía de la Iglesia, así como otras pertenecientes en activo a instancias políticas".
Salinas agregó al Santo pontífice que el mismo Christopher Pierre, que le invitó a recurrir a la Santa Sede en caso de que tuviera pruebas documentadas, le dijo al Pontífice:
"Repito textualmente palabras que me impactaron muchísimo y en las que decía: "Si esto es así, se trata entonces de una verdadera infamia en su contra, y lo que no van a perdonar es el que usted no se haya muerto...". Con esto fui siendo cada vez más consciente y entendiendo más claramente la realidad en la que ya me estaba viendo envuelto y de ver en todo ello una situación realmente delicada por todas sus implicaciones..."
El padre Salinas identificó al cardenal Norberto Rivera como el artífice personal a la que fue sometido: "De entre las dificultades por las que atravieso ahora existe una que especialmente me lastima y ésta tiene que ver con la definición del cardenal, Arzobispo Primado de México, quien a pesar de la resolución de la Sagrada Rota, ha mantenido su posición de negarme licencias para el ejercicio del ministerio. Creo que es consecuencia del disgusto que le ha provocado la resolución con la que han definido mi causa".
Según las cartas, el padre Salinas estaba convencido de que se le dio la anulación de su matrimonio a Angélica Rivera con José Alberto Castro para que fuera libre de casarse con Enrique Peña Nieto, el hoy presidente de México, por "presiones de alguien".
Hasta ahora, ni Norberto Rivera ni nadie han sido llamados para rendir cuentas de conductas graves e irregulares que la Rota Romana calificó como parte de "un craso simulacro de justicia".
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La Arquidiócesis primada de México eludió referirse a la boda en la iglesia de Fátima, pero afirmó que al padre Salinas se le sancionó "por la simulación del matrimonio de la señora Angélica Rivera realizado ilícitamente en una playa". Y mencionó que al padre también se le castigó "porque durante más de 15 años ejerció sin licencias en la Arquidiócesis de México cometiendo muchas irregularidades".
El padre Salinas murió la mañana del 7 de octubre de 2015. El Papa Francisco nunca lo recibió ni tampoco le dio respuesta a su súplica.
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