Desde hace varios meses se puede disfrutar de Uber, aplicación de servicio que ha causado gran polémica, ya que está revolucionando la manera de pedir y viajar en taxis, situación que no pone contentos a los transportistas tradicionales.
Hace cinco meses surgió en Alemania una nueva aplicación para pagar por una cita romántica o sexual, la cual es conocida como el Uber del sexo. Es una app que conecta a personas interesadas en conocer gente, con la opción de pactar un precio por dicho encuentro.
Con Ohlala es posible acordar desde una charla informal, o compañía para ir a cine o una fiesta, hasta sexo. Para muchas personas se trata de una aplicación que incentiva la prostitución.
Esta app fue creada por Pia Poppenreiter, y empezó a funcionar con éxito de manera limitada en ciudades alemanas como Berlín, Frankfurt, Múnich y Hamburgo. Cifras señalan que este servicio ya sobrepasó los 25.000 encuentros de pago.
Algunos expertos señalan que esta app es una combinación entre Tinder y Uber. El usuario debe inscribe para encontrar un catálogo de perfiles masculinos o femeninos que especifican el tipo de cita que quieren tener, así como el rango de la tarifa a pagar; una vez que encontró a quien le gusta, el cliente puede interactuar con esa persona para aclarar detalles del encuentro.
Para poder concretar una cita, los usuarios deben tener 21 años de edad. Por el momento el servicio sólo está disponible para que los hombres envíen sus solicitudes. Sin embargo, durante el verano el servicio permitirá que las mujeres y la comunidad LGBTQ también puedan pedir el servicio.
Desde su nacimiento, agosto del 2015, la app ha tenido diversas críticas en donde la señalan como Uber for escorts. Ante estas críticas, su fundadora y CEO aclaró que "Es sencillo: nosotros emparejamos a las personas para las citas de pago de manera inmediata. De hecho resolvemos una carencia del mercado que otras 'apps' de citas y servicios de acompañantes no solucionan, pues unimos expectativas".
A pesar de las diversas críticas, Ohlala ya está disponible desde el pasado 8 de febrero en Nueva York, Estados Unidos. Y los planes de sus desarrolladores es seguir extendiéndose a otras ciudades.
"Vamos a ver si funciona, tenemos que analizar la experiencia, ver si encaja con las necesidades de los neoyorquinos y si añade valor a la escena de citas", declaró Poppentreiter al Daily News.
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