Estudiantes latinos confundidos y atemorizados de North Carolina han comenzado a faltar a clases con la esperanza de evitar patrullas de agentes de inmigración.
La deportación del estudiante de la Preparatoria Riverside, Wilden Guillen-Acosta, dejó a muchos de sus compañeros de clase paralizados con miedo y varios de sus maestros se preocuparon sobre el bienestar general de sus estudiantes, reporta ABC 11.
Poco después del año nuevo, Guillen-Acosta, de 19 años, fue detenido cerca de su hogar por agentes de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y ahora está en proceso de ser deportado a Honduras.
Los Miedos Solo Empeoran
Después del incidente y del caos que ha creado dentro de Riverside, la Mesa Directiva Escolar de Durham rápidamente aprobó una resolución condenando las acciones de ICE. La mesa directiva argumenta que estudiantes responsables como Guillen-Acosta deberían estar fuera del alcance de las redadas de deportación y tener la libertad de continuar su educación.
A pesar de las buenas intenciones del gesto, la medida no ha sido suficiente para calmar los miedos de los estudiantes que se sienten acechados. La representante del consejo de política de ACLU North Carolina, Susanna Birdsong, no piensa que eso vaya a cambiar pronto.
"Una maestra de español compartió que recientemente ocho de sus 23 estudiantes han faltado a clases", dijo a Latin Post. "Sin un alto a las redadas y garantías de ICE de que tales ubicaciones sensibles serán seguras para ellos, no veo que algo calme sus miedos".
Según Birdsong, incluso estudiantes que no son indocumentados reaccionan a la situación con miedo.
"Algunos de ellos se alejan de la escuela y se quedan en casa porque tienen familiares o amigos que son indocumentados y temen regresar a casa y descubrir que sus seres queridos han sido detenidos por agentes", añadió.
Los padres de Guillen-Acosta insisten en que su hijo escapó a los EEUU para huir de la fatal violencia de pandillas que aterroriza a su patria. Temen que sea asesinado si es obligado a regresar.
Aún así, WRAL reporta que Hector Guillen fue obligado a ver en silencio como se llevaban a su hijo, paralizado por la idea de que sus otros hijos también podrían ser detenidos si reaccionaba de cualquier manera. La familia ahora mantiene a todos sus hijos en casa y no les permiten ir a la escuela por miedo de otro incidente.
El director gerencial de American Progress, Philip Wolgin, explicó que la asistencia en algunas clases locales podría haber bajado en 20 por ciento desde que Guillen-Acosta fue detenido.
"No solo es eso", dijo a Latin Post. "Hay reportes de personas que no van a servicios relacionados a clínicas de salud y otras citas que tengan que ver con servicios sociales. Ahora mismo, hay tanto miedo que las personas temen salir de sus casas para cualquier cosa que tenga que ver con eso".
Guillen-Acosta está entre los miles de niños y adolescentes que cruzaron la frontera con México de manera ilegal durante el verano de 2014 y que ahora son buscados por agentes de ICE. Además de North Carolina, redadas recientes también han capturado a muchas personas en Texas y Georgia.
WRAL reporta que casi la mitad de los 20,800 caos involucrando a menores no acompañados que han pasado por cortes de inmigración desde el verano de 2014 han resultado en órdenes de remoción, con un total de casi 9,700 menores en todo el país siendo objetivos de ICE.
Inicialmente, Guillen-Acosta se presentó ante un juez de inmigración en Charlotte cuando llegó al país. Pero nunca regresó a la corte por miedo a ser deportado, causando que se ordenara su deportación hace casi un año.
Población Latina Se Incrementa en North Carolina
En el 2010, los hispanos conformaban el 8.4 por ciento de la población de North Carolina, cerca de la mitad del promedio general de la nación de 16 por ciento, según el Instituto Uran de la Universidad de North Carolina Charlotte. Para 2011, ese porcentaje había crecido a 8.6 por ciento, haciendo de la tasa de crecimiento de latinos del estado la sexta más rápida del país.
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