Una serie de mensajes de texto racistas y homofóbicos supuestamente enviados por un policía de San Francisco se han convertido en el centro de un nuevo escándalo que afecta a las fuerzas policiales de EE.UU.
Jason Lai renunció este mes al Departamento de Policía de San Francisco, tras hacerse pública una investigación de 2015 por acusaciones de asalto sexual que derivó en la publicación de los mensajes ofensivos.
La cadena de noticias CNN tuvo acceso a decenas de mensajes ofensivos que fueron enviados desde y hacia el teléfono del oficial Lai, y la empresa estadounidense indica que los mensajes obtenidos no son la lista completa de sus mensajes de texto.
"Odio a ese frijolero", se puede leer en un mensaje texto, "pero creo que el negro es peor". "Los indios son desagradables", dice otro.
"Que quemen Walgreens y mueran todos los vagos", señala Lai en otro mensaje.
Tras destaparse los mensajes ofensivos, Don Nobles, abogado de Lai, indicó que los textos expuestos no reflejan la personalidad de su cliente, de quien dijo era "una persona agradable y querida en su trabajo".
Según rescata The Washington Post, Lai, un veterano de seis años en la fuerza, presuntamente realizó comentarios despectivos sobre numerosos grupos étnicos, así como sobre agentes de policía homosexuales.
El mismo medio destaca que los mensajes de texto fueron encontrados tras una investigación iniciada el año pasado por acusaciones de una mujer que afirmaba haber estado en una cita con Lai, que estaba fuera de servicio, cuando él la violó.
Lai dijo a las autoridades que no podía recordar si tuvieron relaciones sexuales, de acuerdo con documentos de la corte, pero los fiscales dijeron que no había suficiente evidencia para acusar a Lai de asalto sexual. Durante la investigación, sin embargo, se descubrió que Lai había utilizado ilegalmente antecedentes penales y de conducción de varios detenidos, por lo que fue acusado de mal uso de la base de datos policiales.
De acuerdo con la ABC 7, esta es la segunda vez que la Policía de San Francisco se ve inmiscuida en un escándalo por mensajes racistas, lo que ya ha levantado cuestionamientos y crítica en contra de Greg Suhr, jefe de la policía local, quien aseguró que se trata sólo de unos pocos elementos y no de la cultura policial en su totalidad.
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