La muerte de 96 aficionados en un estadio de fútbol de Hillsborough, en Reino Unido, en 1989 fue causada en parte por la acción de los agentes de la policía que debían encargarse de la seguridad del evento, indicó esta semana un juez especializado.

Considerada como la mayor tragedia ocurrida en un estadio de fútbol, la muerte por aplastamiento de 96 hombres, niños y mujeres podría por fin llevar a los culpables ante la ley, en el caso que más tiempo ha durado en la historia legal de Gran Bretaña.

Según rescata la CNN, poco más de dos años después de que se reiniciaran las investigaciones sobre la tragedia, un jurado determinó que los "erráticos" planes de la policía "causaron o contribuyeron" con la situación que llevó al aplastamiento de casi 100 personas que intentaban salir por las puertas del estadio de Hillsborough.

Ante estas conclusiones, el servicio de Fiscalía de la corona británica indicó que considera imputar "cargos criminales" por el caso.

Inmediatamente después de darse a conocer el veredicto del jurado, David Compton, jefe de la policía británica cuando ocurrió la tragedia de Hillsborough se disculpó publicamente por los hechos, y aseguró que su grupo acepta de "manera inequívoca" el veredicto de la investigación.

¿Cómo ocurrió la tragedia más grande en la historia del fútbol?

El 15 de abril de 1989, se disputó la semifinal de la Copa de Inglaterra entre el Liverpool y el Nottingham Forest , en el Estadio de Hillsborough, en la ciudad de Sheffield.

A principios de los noventa, en varias partes del Europa los "holligans", hinchas violentos que acudían a los estadios para embriagarse y participaban comúnmente en actos violentos en las gradas, eran uno de los principales problemas para las ligas domésticas, especialmente en Inglaterra.

El día de la tragedia, debido a varios errores en el sistema de ingreso, los hinchas sobrepoblaron las gradas del estadio de Hillsborough -en el centro de Reino Unido- y muchos de ellos murieron por aplastamiento o por asfixia cuando intentaban salir del lugar.

Según destacan las conclusiones de la investigación, citadas por CNN, el día del juego el superintendente David Duckenfield, de la policía de South Yorkshire, ordenó abrir la salida C del estadio para aliviar la aglomeración de fanáticos que trataban de entrar. Alrededor de 2.000 fanáticos ingresaron, pero una vez adentro no había ninguna autoridad que les dijera a dónde dirigirse.

Una reconstrucción de los hechos encontró que los estadios de finales de los ochenta se encontraban en malas condiciones, contaban con muchas menos sillas que los modernos, y no podían contener al número de gente que aseguraban.

Adicionalmente, el problema de los hinchas violentos propició que se construyeran cercas alrededor de las terrazas (sitios en los que se veían los juegos de pie sobre las graderías), que quedaban cercados a los lados y el frente, siendo la parte trasera su única salida.

Los asistentes se dirigieron a un túnel que los llevó a los corrales tres y cuatro, pero no podían ver que dichos corrales estaban totalmente llenos, lo que provocó que los fanáticos fueran aplastados por una estampida humana.

Durante varios años, la versión popular fue que los hinchas provocaron la tragedia, sin embargo, la revisión del caso señala que, de hecho, fueron las acciones de la policía las que desencadenaron o permitieron las muertes.

Síguenos en nuestra cuenta oficial de Twitter y no te olvides de comentar con nosotros en la página principal de Facebook.