El gobernador de Texas, el republicano Rick Perry, confirmó este lunes que planea desplegar al menos mil soldados de la Guardia Nacional en la frontera con México, en un intento por contrarrestar el ingreso de miles de niños centroamericanos que han abarrotado los centros de procesamiento de inmigrantes ilegales del Estados Unidos en los últimos meses.
Durante una rueda de prensa en el capitolio estatal de Austin, Perry dio a conocer que el despliegue de soldados de la Guardia Nacional, así como de la Guardia Estatal, en la frontera sur se realice de manera escalada durante los próximos 30 días, informó Reuters.
Perry afirmó que la presencia de la Guardia Nacional en la frontera ayudaría a la vigilancia del estado de Texas, entidad que se ha visto particularmente afectada por el flujo migratorio en los últimos meses, principalmente de niños que ingresa sin compañía a los Estados Unidos.
"El precio de la inacción sería demasiado alto para Texas", afirmó Perry, según rescata Reuters.
Perry, quien es visto como un posible candidato republicano en las elecciones presidenciales de 2016, ha pedido en varias ocasiones al presidente Obama enviar más fuerzas armadas a la frontera sur, por lo que el anuncio de este lunes podría tensar aún más las relaciones con el mandatario.
Según rescata el diario The Guardian,, más de 3 mil agentes de la Patrulla Fronteriza trabajan actualmente en la región, pero el Servicio de Inmigración y Control Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios este lunes.
En junio pasado, Perry destinó 1.3 millones de dólares semanales para reforzar personal y tecnología en la frontera con la operación "Seguridad Fuerte", ahora, los contribuyentes de Texas pagarán hasta 12 millones de dólares al mes con la nueva medida, misma que no ha esperado al gobierno federal y ha ejercido la autoridad ejecutiva del gobernador para enviar tropas a vigilar la frontera.
La decisión del gobernador de enviar tropas a la frontera en el marco de lo que muchos han calificado como una crisis humanitaria ha sido duramente criticada por sus oponentes políticos y por la Casa Blanca.
"El gobernador Perry se ha referido en varias ocasiones a su deseo de hacer una declaración simbólica a los pueblos de Centroamérica de que la frontera está cerrada. Y cree que la mejor manera de hacerlo es enviar mil tropas de la Guardia Nacional a la frontera. Me parece que un símbolo mucho más poderoso sería el paso de la legislación bipartidista que realmente haría una inversión histórica en la seguridad fronteriza y enviar otros 20 mil efectivos a la frontera", declaró Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca, según cita Fox News.
