First Posted: Jul 25, 2014 12:45 PM EDT

Joseph Wood, el reo de Arizona que tardó casi dos horas en morir luego de administrársele la inyección letal, recibió por lo menos dos dosis completas de fármacos letales de manos de ejecutores administrativos, en un intento desesperado por completar su ejecución, revelaron este viernes testigos presenciales.

De acuerdo con Reuters, los abogados del asesino convicto dijeron que Wood, de 55 años de edad, condenado a muerte por doble homicidio, jadeó y luchó por mantener la respiración durante más de 90 minutos, por lo que demandaron una investigación para aclarar el incidente.

Luego de que la agonía del convicto se prologaba después del primer cóctel de fármacos letales, los equipos médicos encargados de la ejecución decidieron administrar una segunda dosis a Woods, reveló el fiscal general adjunto Jeffrey Zick a Reuters.

Sin embargo, a pesar de que la gobernadora del estado de Arizona ordenó una investigación debido a la cantidad de tiempo que tomó lo que muchos califican con una ejecución fallida, los funcionarios de la prisión han negado que hubiera ocurrido alguna falla en el procedimiento y aseguraron que el doble homicida estaba sedado y nunca sintió dolor, a pesar de que testigos aseguraron que el hombre perdió la respiración al menos 600 veces durante su agonía, según rescató el Daily Mail.

"El equipó IV, que incluye a un médico con licencia, verificó varias veces durante el procedimiento que el preso estaba en coma y nunca sintió dolor", aseguró en un comunicado el director del Departamento de Correcciones de Arizona, Charles Ryan, según cita Reuters.

El incidente de este miércoles ha vuelto a plantear dudas sobre la administración adecuada de las inyecciones letales en los Estados Unidos, especialmente después de que en abril pasado otra ejecución fallida en Oklahoma, que se alargó por más de cuarenta minutos, volviera a reabrir el debate de la pena de muerte en EE.UU.

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