First Posted: Jul 29, 2014 09:48 PM EDT

El fin de semana se anunció que el Real Madrid y Paris Saint-Germain estaban cerca de llegar a un acuerdo por el centrocampista Ángel Di María. El fichaje no se ha hecho oficial, pero parece cada vez más probable que Di María no va a estar jugando en la capital de España en el 2014-15.

Donde sea que él termine, Di María va a proporcionar a su nuevo club un gran impulso creativo. Puede jugar en el centro del campo, pero originalmente se desempeñó por las bandas de Los Blancos y se destacó ahí hasta que la llegada de Gareth Bale le obligó a ajustar su juego.

Para Madrid, Di María será una pérdida lamentable. El jugador fue sin duda el mejor elemento del equipo por largos períodos de la temporada y fue el gran protagonista de la final de la Champions en la que se logró La Décima para el club. Pocos pueden olvidar cómo se deshizo de Juanfran, defensor del Atlético de Madrid, en su camino a la creación del gol de la victoria de Gareth Bale.

Di María terminó la temporada 2013-14 con cuatro goles y 17 asistencias en 34 juegos de la Liga Española, y tres goles y cinco asistencias en 11 partidos de la Liga de Campeones; Di María fue líder de asistencias para el club. Pero las pérdidas para la escuadra van más allá de los números.

Di María era el centro de los rumores de transferencias el verano pasado, pero se le prefirió por encima de Mesut Özil. Sin embargo, su tiempo de juego disminuyó con la incursión de Gareth Bale en la banda derecha. Di María, un extremo natural, aparentemente no tenía lugar en la lateral. Hasta que el director técnico Carlo Ancelotti decidió que podía encontrar un lugar para Di María en una formación 4-3-3. Por tanto, Di María fue acomodado en medio de los tres medios y formó un trío perfecto con Xabi Alonso y Luka Modric. Alonso proporciona estabilidad a la parte posterior del centro del campo, así como algunos pases largos. Modric se convirtió en el punto crucial del juego de pases del equipo, mientras que a Di María se le permitió ir hacia adelante y utilizar su espacio y gran regate para asistir a Bale, Karim Benzema y Cristiano Ronaldo.

Hay que destacar que Di María y Ronaldo hicieron un tremendo dúo durante toda la temporada, algo que podría parecer fácil. Jugar con Ronaldo significa estar dispuesto a apoyarlo por largos períodos del juego. Que Di María haya podido hacerlo sin ningún problema habla mucho de su falta de egoísmo en el terreno de juego. El hecho de que pudiera brillar al hacerlo, como siempre lo hizo durante todo el año, sólo fomenta el argumento de que él es una estrella de elite.

Sin embargo, las incorporaciones de este verano de Toni Kroos, y en especial de James Rodríguez, esencialmente han empujado a Di María a salir. Kroos es un jugador diferente a Di María y es más un pasador eficiente; ambos podrían haber encontrado la forma de trabajar juntos, incluso si eso significa sacrificar a Modric o Alonso. Pero la compra de Rodríguez fue el clavo en el ataúd de Di María. Ambos jugadores tienen un estilo similar de ataque. Di María es más un creador de juego que Rodríguez, pero los dos son capaces de anotar y poseen una capacidad excelente para burlar rivales. Rodríguez es más joven y podría tener un cartel más destacado que Di María, pero todavía hay una gran cantidad de preguntas en torno al colombiano. ¿Cumplirá las expectativas? Y cuando lo haga, ¿va realmente a ser mucho mejor que Di María? ¿Será Rodríguez capaz de ajustarse a una posición de centrocampista más profundo de la manera que Di María lo hizo? Y si no lo hace, ¿cómo va a encajar en el juego del Madrid? Y lo más importante de todo: ¿Será Rodríguez capaz de jugar junto a Ronaldo y Bale?

Estas son, por desgracia, cuestiones urgentes que la salida de Di María deja. Esto esta obviamente muy lejos de ser su culpa ya que cualquier jugador que ve su tiempo de juego reducido va a buscar un lugar en el que le permitan minutos como titular.

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