La llegada de un hijo puede ser una noticia de las más esperadas y añoradas, pero también puede ser una de las más sorpresivas y en ocasiones angustiantes por la falta de planeación y cuidado al mantener relaciones sexuales.
Cuando una mujer está en riesgo de embrazo debe de esperar algunas semanas para corroborarlo a través de una prueba de embarazo; sin embargo, existen algunas señales que el cuerpo presenta y que podrían ayudar a saber si se espera un bebé o es sólo un susto que ayudará a ser más cuidadosas la próxima vez que se tengan relaciones sexuales.
Los primeros síntomas no empiezan a manifestarse hasta después de una o dos semanas de que se retrasó el siguiente periodo menstrual y en la mayoría de las mujeres los síntomas de embarazo se empiezan a manifestar entre la sexta semana.
Estos son los síntomas más frecuentes en una mujer embarazada:
1. Sensibilidad en los senos. La hinchazón y sensibilidad en los senos es una de las señales más frecuentes. Observa si tus senos han cambiado de color en los pezones o si al tocarlos sientes molestia o un leve dolor.
2. Vas al baño con más frecuencia. Las visitas al baño son más frecuentes y las ganas de orinar podrían presentarse incluso de noche.
3. Náuseas. Comer algo que generalmente es de nuestra preferencia y que al poco tiempo se presenten las náuseas, puede ser una señal más del embarazo. Generalmente en las mañanas se presentan más sin razón alguna.
4. Olfato sensible. Logras percibir hasta los olores más desapercibidos. Con frecuencia esto también te genera náuseas ya que tu sentido del olfato se vuelve más sensible y logras distinguir hasta el olor más insignificante en el ambiente.
5. Cansancio y mucho sueño. Uno de los cambios que el cuerpo registra se ve reflejado en el agotamiento que se puede llegar a sentir. Sueño y cansancio es otro de los síntomas.
Estos síntomas pueden no ser registrados por algunas mujeres embarazadas, pero si son muy frecuentes; sin embargo, un retraso en el periodo menstrual no necesariamente es sinónimo de que serás mamá. En ocasiones el estrés de estar pensando en que existe la posibilidad de un embarazo puede causar el retraso de la regla, lo mejor es relajarse y esperar a que pasen dos semanas después del retraso del periodo para realizar una prueba de embarazo o análisis de sangre y salir de dudas.
