El nivel de felicidad y sentimiento general de bienestar que un hombre casado siente por lo general es un reflejo de la felicidad de su pareja, sugiere un nuevo estudio de la Universidad de Michigan.
Esto no es nada sorprendente para Victor Hernández, de 35 años, un contador del suburbio de San Gabriel de Los Ángeles que dice entre risas cómo él y su grupo de amigos, hablan de los independiente y machos que son -- hasta que sus esposas llaman.
"Entonces es, 'Sí amor, llegaré a casa pronto,' o 'Claro, paso a la tienda. ¿Qué más necesitas además de tomates?' Es muy divertido. La mayoría de nosotros estamos casados, algunos no. Pero, todos saltamos cuando nuestras esposas nos piden que hagamos algo. Tienes que mantenerlas felices, ¿sabes?"
Investigadoras descubrieron que un hombre le da más importancia a la felicidad de su esposa incluso si no está feliz con su matrimonio, y si su esposa califica bien a la relación, el hombre tiene a sentirse satisfecho con su vida.
"Pues obviamente," dijo John Benitez de 41 años, un paisajista y padre de dos niños de la comunidad de Altadena, 30 minutos al norte del centro de L.A. "¿Quién necesita un estudio para descubrir eso? Todos saben que los hombres creen que están a cargo, pero en realidad es la mujer.
"Cuando ella es feliz, tú eres feliz, fin de la historia."
De hecho, no fue el final de la historia sino el inicio de la investigación para Vicki Freedman, una profesora de investigación en el Instituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan, cuyo trabajo con la socióloga Deborah Carr de la Universidad Rutgers está entre los primeros en explorar la influencia de las evaluaciones del matrimonio por parte de hombres y mujeres en el bienestar psicológico entre parejas mayores. El tema es importante, dice el equipo, porque la calidad matrimonial tiene vastas implicaciones en cuanto a la salud y felicidad de muchos, no solamente de personas mayores.
Los resultados de la investigación fueron publicados en la edición de octubre de la Revista de Matrimonio y Familia.
"Los esposos y esposas mayores en mejores matrimonios están más satisfechos con sus vidas," dijo Freedman en un comunicado de prensa. "La satisfacción de vida para un hombre infelizmente casado depende de cómo describa la relación su esposa. Si ella describe su matrimonio como de alta calidad, la satisfacción de vida de él incrementa."
Así como, "la calidad matrimonial es un amortiguador importante contra los efectos estresantes como el cuidado a mayores, y un recurso crítico ya que las parejas manejan decisiones difíciles en cuanto a su cuidado más tarde en sus vidas," dijo Carr.
Freedman y Carr examinaron datos de una muestra de 2009 de 394 parejas quienes fueron parte de un estudio nacional de familias Americanas. Al menos un cónyugue encuestado en cada pareja tenía 60 años o más.
Para evaluar la satisfacción de vida, se les preguntó a los participantes: "Tomando todo en cuenta, ¿qué tan satisfecho estás con tu vida últimamente?"
Para evaluar los sentimientos de felicidad, las parejas completaron diarios para días selectos y se les preguntó qué tan felices se sentían al hacer hasta tres actividades seleccionadas al azar.
Para ambos tipos de preguntas, las respuestas iban de 0 (nada) a 6 (mucho).
Las investigadoras midieron la calidad matrimonial con una escala basada en seis preguntas sobre "qué tanto se podían abrir con sus parejas y qué tanto los apreciaba su pareja, si peleaban, si entiendían cómo se sienten, si los hacía sentir tensos o los molestaba," explicó el comunicado.
El equipo de investigación encontró que la satisfacción y felicidad momentanea no diferian significativamente entre los géneros.
Tanto los esposos como esposas generalmente calificaron su satisfacción como 5 de 6 y la felicidad en casi 5. También encontraron que los esposos calificaban los matrimonios mejor que sus esposas.
"Para tanto hombres como mujeres, estar en un buen matrimonio está vinculado a mayor satisfacción de vida y felicidad ... pero la evaluación de las mujeres de su matrimonio es más importante en algunos aspectos que los reportes de sus esposos," dijo Carr, quien especuló que tal inbalance percibido podría reflejar patrones de género dentro de los matrimonios.
"Las mujeres típicamente proveen más apoyo emocional y práctivo a sus esposos que al revés," dijo. "Incluso un hombre infelizmente casado puede recibir beneficios del matrimonio que mejoran su bienestar general."
