Desde tiempos inmemoriales los hombres han sentido una cierta soledad de ser los únicos habitantes del universo, es por eso que desde que la tecnología lo ha permitido se han buscado planetas que albergasen algún tipo de vida o en todo caso, que contara con las características para poder hacerlo.
La búsqueda parece haber dado sus frutos una vez más tras el descubrimiento de un grupo de investigadores de diferentes universidades realizado a través de un trabajo en conjunto, una nueva serie de planetas alrededor de la estrella Gliese 667C situada en la constelación de escorpio, que tendrían las características necesarias para albergar vida.
Estudios anteriores ya habían descubierto tres planetas en la órbita de esa estrella, de los cuales uno de ellos contaba con las características necesarias para contener agua en su superficie y ser habitable, pero las nuevas investigaciones, lideradas por Guillem Anglada-Escudé de la Universidad de Gotinga en Alemania y Mikko Tuomi de la Universidad de Hertfordshire en Reino Unido, dieron cuenta de la existencia al menos de siete planetas en esa órbita. Que sean habitables quiere decir que se encuentra a una cierta distancia de la estrella alrededor de la cual orbitan que les permitiría tener agua en estado líquido fluyendo sobre su superficie, tal cual como pasa en nuestro planeta.
Los tres planetas que podrían ser habitables, dadas sus características, han sido definidos como "supertierras", lo que quiere decir que son más masivos que la tierra, pero sin llegar a la masividad de planetas como Neptuno o Urano. Rory Barnes, investigador por la Universidad de Washington y que también participó en la investigación sobre los planetas de Gliese 667C, explicó que en realidad, existen muchos planetas que podrían ser habitables, lo que no garantiza que exista vida, o al menos, no en el sentido que nosotros la conocemos.
«El número de planetas potencialmente habitables en nuestra galaxia es mucho mayor de lo que podríamos pensar si tenemos en cuenta que podemos encontrar varios de ellos en torno a cada estrella de baja masa»