El hombre y el mono son muy similares, comparten un gran porcentaje de características biológicas porque tienen una composición del ADN similar a un casi 100%, pero quizás fue una diferencia mínima la que permitió que el hombre se ubique por encima de la especie primate y esta diferencia es la capacidad de arrojar objetos con mayor fuerza y velocidad.
Lo que no parece un gran cualidad ahora, si lo fue hace dos millones de años a lo largo del camino evolutivo. En un punto, poder arrojar objetos con fuerza, velocidad y precisión, se convirtió en una habilidad necesaria y primordial a la hora de dar caza a animales para conseguir alimento, o incluso, defenderse de cualquier agresión. En un trabajo realizado por la George Washington University, se analizó esta capacidad humana tan primordial para la evolución del hombre desde hace millones de años.
"Algunos primates, incluidos los chimpancés, arrojan objetos ocasionalmente. Pero sólo los humano pueden arrojar objetos a alta velocidad y con precisión. Darwin observó que la habilidad única de los hombres para arrojar, se hizo posible cuando adoptó el bipedismo dejando libres los brazos permitiendo a los recolectores cazar usando proyectiles"
Lo que es una acción básica para cualquier tipo de deporte, incluso para la vida diaria, pudo haber sido el rasgo que permitió separar al hombre de las demás especies. Se puede pensar que un partido de baseball, en el que el pitcher lanza con fuerza la pelota hacia el bateador que intentá asestarle un golpe y enviarla lejos, dos millones de años atrás, hubiera sido una escena en la que un hominido arrojaba no una pelota sino una piedra a un animal para poder darle caza y finalmente alimentarse para subsistir.
"Los chimpancés son increíblemente fuertes y atléticos, pero los chimpancés machos adultos sólo pueden tirar a 20 millas por hora - lo que es un tercio de la velocidad de un pitcher de 12 años de edad liga" dijo el doctor Roach, autor principal del documento.