Buscar la felicidad parece una utopía porque no hay reglas, ni señales, ni mapas que nos digan cómo llegar a ella. La felicidad parece algo relativo, un concepto que se esfuma rápidamente y que no sabemos cómo retener. Los científicos parecen desvelarse por la misma pregunta, ¿cómo ser felices? Y al parecer, felizmente, han hecho investigaciones para encontrar ese paraíso emocional. A Benjamin Fraklin se le adjudica una interesante frase: "La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días".
Esta reflexión está muy presente en el estudio de científicos y expertos que han enlistado trece formas a través de las cuales el ser humano puede obtener un nivel de satisfacción superior que en consecuencia sería causa de felicidad.
ESTUDIOS:
Es mejor dar que recibir: Un estudio que se presentó en 'Psychological Bulletin' descubrió que aquellas personas que gastan dinero no en sí mismas sino en otras personas, sienten más satisfacción y los hace más felices.
El anotador al lado de la mesa de noche: Parece una acción poco significativa, pero para Martin Seligman, el influyente escritor y psicólogo norteamericano, el anotar cada noche antes de dormir tres cosas buenas hechas en el día generan la sensación de haber logrado cosas, quizás pequeñas, pero cosas al fin.
Salir de la rutina, buscar cosas nuevas, probar, aventurarse: Cuántas veces se niegan cosas, por ejemplo una comida exótica, simplemente por el hecho de no estar acostumbradas a ellas. Al parecer esta actitud no nos hace más felices, mientras que el hecho de probar cosas nuevas y salir de la rutina, estimula las ondas cerebrales y nos hace más felices.
Tener buenas expectativas: Algunos estudios han comprobado que planificar algo, por ejemplo una cita o un cumpleaños, generan una sensación de felicidad que se traduce en el cuerpo y nos hacen sentir mejor. Siempre y cuando también confiemos en que saldrá bien y nuestras expectativas se mantengan altas.
Fijar objetivos: Es importante tener metas en la vida para siempre estar buscando formas de alcanzarlas, sin estancarnos en rutinas demasiado tediosas. Según el psicólogo Jonatha Freedman, es más feliz aquella persona que tiene metas que aquella que nos las tiene y se mueve por la vida sólo por inercia.
Colores que alegran: Investigadores de la Universidad de Sussex en Reino Unido, demostraron que ante el color azul las ondas cerebrales reflejan un mayor grado de felicidad, así que a pintar todas las paredes azul pitufo para sentirse feliz.
Negociar las opiniones y aprender a ceder: En el libro "La receta definitiva para la felicidad", el profesor Deepak Chopra, señaló que la neutralidad es una buena manera de mantenerse feliz. Aunque no se puede negar que ganar un debate también tiene una cuota de felicidad.
¿Ser feliz durmiendo 6 horas?: La compañía británica Yeo Valley afirmó que dormir un poco más de seis horas por noche nos hace más felices. El problema es que siempre se ha dicho que es sano dormir 8 horas, quizás en la persona esté elegir si quiere ser sano e infeliz, o feliz y agotado.
Un corto viaje al trabajo: A veces uno debe ir al trabajo, o al instituto, y el viaje es tediosamente largo. Científicos afirman que la duración de esos viajes afectan a la salud y al físico, y recomiendan acortar ese tiempo a unos 20 minutos.
Amigos = Felicidad: A mayor cantidad de amigos, mayor el grado de felicidad. Obviamente los investigadores de la Universidad de Nottingham a cargo de este trabajo se refieren a amigos verdaderos, tener más de 1000 amigos en Facebook no quiere decir que uno es realmente tan feliz.
Simulando la felicidad: Hacerse creer uno mismo que es feliz cuando en realidad es infeliz, ayuda a estimular una sensación de felicidad. No parece algo muy realista,
¿Felizmente casado?: El estudio se realizó en la Universidad de Cornell en Estados Unidos e indica que "las personas que tienen pareja son por lo general más felices que el resto y los cónyuges tienen un mayor sentimiento de bienestar si están felizmente casados". Esta afirmación echaría por tierra las tramas de las sitcom que juegan con la idea de que un hombre o una mujer que contraen matrimonio, luego de unos años, son infelices.
Ir los domingos a misa: Bruce Headey, un profesor de la Universidad de Melbourne, demostró que aquellas personas que tenían el hábito de ir a la iglesia frecuentemente, tenían menos estrés, parejas emocionalmente estables y mejor estado físico.