Un grupo de astrónomos e investigadores de la Universidad de Manchester en Inglaterra, liderados por el doctor Dan Thornton, han descubierto una nueva población de fenómenos que se conocen como explosiones rápidas de radio (Fast Radio Burst, resumidas como FRB) que han sido captadas por el Radiotelescopio Parkes de CSIRO en New South Wales. Este fenómeno supone un verdadero rompecabezas para la comunidad científica, pero resolverlo y estudiarlo puede ayudar a comprender y obtener nuevos conocimientos sobre el universo y validar o refutar algunas teorías. Básicamente se tratan de ráfagas de emisiones de radio que duran apenas unos milisegundos pero que son muy intensas y de origen desconocido.
El investigador y miembro del grupo de astrónomos, Matthew Bailes, explicó en el sitio web "The conversation", sobre los posibles orígenes de este evento.
"A pesar de que todavía no sabemos a ciencia cierta, vale la pena señalar que los FRB son probablemente causados por algún evento catastrófico en el universo distante. Casi ciertamente ocurren en galaxias y probablemente implican objetos relativistas, como los agujeros negros o estrellas de neutrones." Señaló.
El descubrimiento de este fenómeno valida un controversial descubrimiento en 2001 conocido como "ráfaga de Lorimer", descubierto por un grupo de investigadores dirigidos por el astrofísico Dunc Lorimer. En ese momento existieron dudas sobre si este fenómeno había sido real, y tampoco se estaba seguro sobre qué era, sin embargo, según Dan Thornton, lider del proyecto actual, el nuevo descubrimiento permite validar ese fenómeno.
"Una ráfaga de emisión de radio de origen desconocido fuera de nuestra galaxia fue detectado hace unos seis años, pero nadie estaba seguro de lo que era, o incluso si era real, por lo que hemos invertido los últimos cuatro años en busca de más de estas emisiones". Thornton, quien ha publicado los descubrimientos del grupo en la revista Science, continúa explicando que los descubrimientos terminan de determinar que se tratan de fenómenos reales y muy lejanos.
"En este trabajo se describen cuatro explosiones más, eliminando cualquier duda sobre si son o no son reales. Las explosiones de radio duran sólo unos pocos milisegundos y detectamos uno de 11 millones de años luz de distancia."
Bailes desarrolla, en la nota escrita en The Conversation, la cronología de la investigación que comenzó a mediados del 2012. Cuenta que Dan Thornton, comenzó a investigar un punto en particular relativamente aburrido, y a pesar de ciertas dificultades, como la interferencia, continuó analizando la región que finalmente sería, el escenario del descubrimiento.
"Dan era un poco intimidado por la presencia de interferencias de radio, y su supervisor, Ben Stappers sugirió que "estableciera un umbral alto" y ver si había algo interesante en sus datos. Poco después se descubrió la primera ráfaga - FRB 110 220 - un pulso increíblemente brillante y con un delay de dispersión alrededor de tres veces mayor que la de la explosión Lorimer!"