De acuerdo a documentos liberados en la investigación del asesinato de Odin Lloyd, el cual implica a Aaron Hernández, un hombre aseguró que la exsuperestrella de la NFL admitió haber disparado los tiros fatales el 17 de junio. Entre otras revelaciones en el documento, las autoridades descubrieron un vehículo buscado por su conexión con un doble homicidio en Boston un año antes de que fuera rentado a nombre de Hernández.
Los documentos señalan que el asociado de Hernández, Carlos Ortiz, citó ante los investigadores que otro hombre, Ernest Wallace, dijo que Hernández admitió asesinar a Lloyd, un jugador semiprofesional de futbol americano, en un parque industrial cerca de la casa del antes jugador de la NFL en North Attleboro, Massachusetts. Los documentos fueron ingresados a la corte por el departamento de policía de Miramar, Florida para obtener una orden de cateo en la casa de Wallace.
Los papeles de la corte también muestran que mientras investigaban la muerte de Lloyd, la policía realizó redadas en la ciudad natal de Hernández, Bristol, Connecticut, lo que produjo el hallazgo de un vehículo buscado en relación a un doble homicidio ocurrido en Boston en julio de 2012. La policía señala que el auto había sido rentado a nombre de Hernández.
Hernández se ha declarado inocente del asesinato de Lloyd. Su equipo legal no respondió a las preguntas de la prensa con respecto a las recientes revelaciones.
Los fiscales argumentan que Hernández, Wallace y Ortiz condujeron a Lloyd con engaños al parque industrial y le dispararon en este lugar.
De acuerdo a los documentos, Ortiz dijo a la policía que después de recoger a Lloyd, los cuatro hombres regresaron a North Attleboro. En el camino, Hernández dijo a Lloyd que había estado reuniéndose con personas con las que Hernández había tenido problemas. Ortiz contó a la policía que los dos hombres estrecharon las manos y el problema parecía haber sido resuelto, pero poco después de que el auto se detuviera, Hernández, Lloyd y Wallace salieron del auto. El testigo comentó además a la policía que escucho los disparos antes de que Hernández y Wallace regresaran al auto sin Lloyd y abandonaron la escena a gran velocidad.
Wallace enfrenta cargos por complicidad en el caso de homicidio. Se ha declarado inocente.