Este pasado martes, la cámara baja en Estados Unidos realizó una audiencia para determinar la situación de los llamados "Dreamers", inmigrantes que arribaron al país siendo niños y que se encuentran en calidad de indocumentados, suscitando un debate entre republicanos y demócratas.
Mientras los republicanos que representan la mayoría de los integrantes de la cámara de representantes se enfocan en un proyecto limitado que solo beneficie a los llamados "dreamers", los demócratas intentan una solución más amplia para que los beneficios no solo se aplique a estos, sino también a sus padres.
Según información presentada en la versiòn digiral del diario mexicano El Universal, el presidente de la cámara de representantes, el republicano, Bob Goodlatte, enfatizó que podrían aplicar una reforma que beneficie a quienes fueron llevados a Estados Unidos siendo niños, pero recalcó que a sus padres no se debería aplicar esa medida.
"Debemos evaluar si como nación debemos permitir que este grupo de jóvenes se quede en Estados Unidos legalmente", dijo Goodlatte durante una asamblea celebrada por el comité republicano para analizar la situación de jóvenes indocumentados.
Como era de esperar, esa idea se enfrentó a fuertes rechazos por parte de los demócratas, alegando que esta medida más que reportar beneficio alguno a la nación, lo único que logra es dividir hogares, pues resulta ilógico que los "dreamers" estén satisfechos con una medida que los proteja a ellos, pero que al mismo tiempo vulnere y dañe a sus padres.
Informaciòn referida en el diario La Opinión,, el grupo de los demócratas aspiran a la aprobación de la propuesta del Senado, que permitiría regularizar la situación de poco más de 11,5 millones de inmigrantes en la nación, propuesta que la bancada mayoritaria republicana se rehúsa siquiera a debatir.
Hasta este momento, quienes son conocidos como "dreamers", son el único grupo que parece obtener algún reconocimiento por parte del conjunto republicano, alegando que están en el país por decisión impuesta de sus padres.
Cabe destacar que aunque hasta cierto punto, los republicanos acepten que el sistema de inmigración de los Estados Unidos necesita ser actualizado, se han mostrado indispuestos a tratar el tema de forma rápida, como se ha dicho, intentan abordarlo "paso a paso", para ser más específicos, hasta septiembre, después del receso de la cámara programado para agosto.
Todo indica que la propuesta de reforma migratoria sigue con vida, sólo que hay un largo camino aún por recorrer.