Daniel Chong, un estudiante de la Universidad de California de 25 años de edad fue detenido por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), como lo publica ElNuevoHerald, en el mes de abril del 2012 después de un operativo que se llevó a cabo dentro del campus de la Universidad. Daniel Chong logró sobrevivir dentro de la celda, de 1.5 por 3 metros, gracias a que bebió su propia orina y así pudo evitar una muerte por deshidratación.
Después de su detención, dentro de la Universidad, el estudiante de la carrera de ingeniería fue trasladado por las autoridades a una celda y de la que debía ser liberarlo pronto, pero lo olvidaron por completo, haciendo que por desesperación emitiera gritos de auxilio que nadie pudo escuchar. La celda no contaba con ninguna ventada, permaneciendo aislado sin alimentos ni líquidos, por lo que su vida corrió un peligro inminente.
Durante sus días de prisión, de acuerdo a Telecinco.com, Daniel Chong llegó a pasar hambre, constantes alucinaciones y desarrolló miedo a su posible muerte por lo que, con la ayuda del cristal de uno de sus anteojos, decidió grabar un mensaje de despedida dirigido a su madre en uno de sus brazos. El estudiante dijo "Yo alucinaba al tercer día. Estaba Completamente Loco".
El joven fue encontrado hasta después de cinco días de haber sido encerrado, tenía un estado grave de salud ya que había sufrido de una severa deshidratación, así que de inmediato las autoridades decidieron trasladarlo de urgencias al hospital donde permaneció internado para su recuperación. Los médicos lo diagnosticaron con una fuerte insuficiencia renal, calambres y con el esófago perforado, por lo que lo tuvieron internado cinco días.
Daniel Chong no recibió alguna acusación sobre el operativo realizado ni se encontró responsable de algún delito, pues él sostuvo que en ese momento se encontraba en el campus de la Universidad solo para visitar a unos de sus amigos, y no tenía nada que ver con negocios de drogas. Pero a pesar de ello, la DEA informó que llegó a encontrar varias metanfetaminas dentro de su domicilio.
La abogada del estudiante, Juali Yoo declaró que "fue un error de proporciones increíbles e inimaginables" y pidió que se le pagaran 20 millones de dólares por el gran error que cometió la DEA por lo que el gobierno de Estados Unidos tomó la decisión de indemnizar al joven y reparar el daño otorgándole 4.1 millones de dólares.