El orgasmo además de dar gran placer sexual, ayuda al cerebro humano dándole un entrenamiento completo ya que puede ayudarlo a bloquear el dolor, lo que puede llegar a reducir algunas molestias como el parto y otras cosas, de acuerdo a un estudio realizado por el profesor Barry Komisaruk y compartido por la revista Quo.
Algunos síntomas emocionales como la depresión, la ansiedad y algunas adicciones también podrían evitarse si los científicos le sacan provecho al placer que puede producir el orgasmo dentro del cerebro.
El especialista de 74 años de edad estudió el placer sexual de las mujeres desde el año 1960, realizando algunos estudios con las ratas hasta que pudo practicar su experimento con mujeres en el año 1982.
Barry Komisaruk ha descubierto grandes beneficios para el cerebro humano cuando este se encuentra en el clímax del orgasmo, lo que ha despertado grandes críticas entre sus colegas de la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey, pues creen que esto puede ser una exageración.
Pero el especialista dijo que "En el orgasmo, vemos un enorme aumento en el flujo de sangre, así es que, de acuerdo con mis creencias, esto no puede ser malo. Aporta todos los nutrientes y la oxigenación al cerebro. Ejercicios mentales (como crucigramas y Sudoku) incrementan la actividad cerebral, pero sólo en determinadas regiones, el orgasmo activa todo el conjunto."
La actividad que realiza el cerebro cuando se experimenta el orgasmo, le da la misma vitalidad y ejercicio que cuando se encuentra realizando actividades intelectuales, como matemáticas o ejercicios mentales que requieren mayor concentración. El especialista dijo "no sabemos prácticamente nada de placer, es importante entender cómo el cerebro lo produce. Qué partes del cerebro producen un placer tan intenso, y qué usos se le pueden dar al mismo"
Barry Komusaruk llegó a estos resultados gracias a un estudio que realizó con mujeres voluntarias dentro de su laboratorio de exploración cerebral, en el Departamento de Psicología de la Universidad.
En su investigación citada por Quo, comparte que con esto el experto logró medir el flujo sanguíneo del cerebro de cada una de las participantes, mientras ellas experimentaban el clímax del orgasmo. Cada una de las mujeres fue colocada en un tubo estrecho de una máquina especializada en la resonancia magnética funcional hasta poder alcanzar el orgasmo, sin importar el entorno en el que se encontraban. El Especialista aseguró que esta es una ciencia pionera en el área y que aún hay demasiado que se puede estudiar de ella.