El Papa Francisco dijo en su audiencia del día miércoles 2 de octubre que la iglesia no rechaza a los pecadores entre los que existen hombres, mujeres, sacerdotes y papas, de acuerdo a lo compartido en el portal informativo de LaTercera.
El Sumo Pontífice explicó frente a cientos de católicos que es una herejía decir que la Iglesia solamente acepta a las personas "puras" y libres de pecados, dijo que "Cristo amó a la Iglesia y dio su vida por ella, para hacerla santa" además señaló las "dificultades, problemas y momentos oscuros" por los que ha pasado la Iglesia.
El artículo indica que el Papa Francisco mostró su rechazo ante las personas que dicen que "la Iglesia es solo la Iglesia de los puros, de aquellos que son totalmente coherentes, y que el resto deben ser alejados", pues para él se trata de una completa herejía "¡Esto no es verdad! La Iglesia es santa y no rechaza a los pecadores. No nos rechaza a nosotros. No rechaza porque llama a todos: acoge, está abierta también a los más lejanos. Llama a todo el mundo a dejarse envolver por la misericordia, por la ternura y la generosidad y el perdón del padre".
Además frente a la pregunta de "¿Cómo puede ser santa una Iglesia hecha de seres humanos, de pecadores? Hombres pecadores, mujeres pecadores, sacerdotes pecadores, monjas pecadoras, obispos pecadores, cardenales pecadores, papas pecadores ¿Cómo puede ser santa una Iglesia así?" El Sumo pontífice explicó que la Iglesia es santa gracias a que "procede de Dios".
LaTercera publica que el Papa hizo una invitación a los asistentes para que se contagien "por la santidad de Dios" dejando actuar a Dios, ayudando a otros y no haciendo "cosas extraordinarias". Mientras que BBC compartió la primera entrevista larga que da el Papa frente al director de la publicación Civilita Cattolica, el padre Antonio Spadaro, en donde su postura contrasta frente a las de Juan Pablo II y Benedicto XVI quienes buscaban "una iglesia más pequeña y pura".
Aunque el Papa Francisco se defendió diciendo que "Las enseñanzas morales y dogmáticas de la Iglesia no son todas equivalentes. El ministerio pastoral de la iglesia no puede estar obsesionado con la transmisión de una multitud de doctrinas desligadas para ser impuestas insistentemente".