La muerte de un joven afroamericano a manos de la policía este sábado por la tarde en Zion, Illinois, ha vuelto a revivir el debate sobre el uso excesivo de la fuerza letal y el racismo en Estados Unidos.
Justus Howell, de 17 años de edad, un residente de Waukegan, presuntamente habría participado en un altercado durante la venta ilegal de un arma este sábado, informó la policía local este lunes, varias horas después de que se confirmara que el joven murió de dos impactos de bala en la espalda, destacó el Daily Mail en su portal web.
Steve Dumyahn, el jefe de la policía de Zion, dijo en un comunicado de prensa que el informe de la autopsia aún no está finalizado, y no ha sido entregado al Departamento de Policía. El oficial indicó que Howell presuntamente habría acordado comprarle un arma de fuego a Tramond Peet, de 18 años, quien fue arrestado.
Pett dijo que Howell intentó llevarse el arma sin pagarla y los dos se enfrascaron en un jaloneo que derivó en la caída al suelo de la pistola. Después, escucharon que varias patrullas se acercaban a la escena, por lo que Howeel salió huyendo, destacó la CBS.
Pett dijo que vio a Howell correr mientras dos policías le daban órdenes y después escuchó dos disparos. La Policía indicó más tarde que una de las balas penetró en el lado izquierdo de la espalda del joven, alcanzando el corazón, hígado y bazo, mientras que una segunda bala impactó en el lado derecho de la espalda.
Según destaca The Chicago Tribune, el agente que disparó a Howell tiene 9 años trabajando en la policía y se le puso en licencia administrativa, pero no se ha dado a conocer su nombre ni información adicional sobre el mismo.
Luego de que no se tuvieran indicios de que el joven afroamericano hubiera intentado disparar a los agentes, sus familiares contactaron con la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Raza Negra (NAACP por sus siglas en inglés) para pedir a sus funcionarios que hablaran en su nombre, dijo la presidenta del organismo en el condado Lake, Jennifer Witherspoon, según rescata el diario citado.
"Ya sea que haya sido un error de su parte o un error de la policía, quieren respuestas para asegurarse de que algo así no vuelva a suceder jamás", expresó Witherspoon.
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