Por Andrés Antonio Castillo García
Hoy en México se celebra el día del maestro, eso y el ser nuevamente estudiante (más consciente de la relación profesor-alumno), e hijo de profesores me obliga moralmente a escribir al respecto, escribir sobre todos los maestros que marcan tu vida y te dejan enseñanzas.
Hay maestros que sin un título te enseñan más que los pedagogos más instruidos, son los padres, que con su amor y su exigencia te forman cómo ciudadano y de ellos mayormente depende tu educación y tu comportamiento en la sociedad. Obra señalar, nuevamente, que los míos fueron maestros de vida y maestros de docencia, y vaya que he aprendido infinidad de cosas, a pesar de que en la plantilla solo quede uno de esos profesores.
Hay quienes que sin ser maestros te enseñan cosas valiosas en la vida, cosas que no aprendes en las aulas, que te marcan por siempre y que su método de enseñanza son las bromas, las vivencias, las aventuras, las cervezas, o una simple charla, esos son los amigos más entrañables.
Hay maestros históricos, a quienes no puedo dejar de lado, quienes no te forman directamente pero han forjado ni más ni menos a tu país y a sus instituciones, Justo Sierra, José Vasconcelos, Silva Herzog, Rosario Castellanos, Antonio Caso, Plutarco Elías Calles y un larguísimo etc. para el caso de México.
Hay maestros literarios, musicales, plásticos, teatrales, que si en el párrafo anterior es extensa la lista de nombres, en estos rubros sería mucho más larga la lista. Curiosamente en esta fecha murió Carlos Fuentes, uno de los más fructíferos escritores mexicanos del siglo XX.
Hay, por último - y no por ello menos importantes, sino todo lo contrario-, aquellos maestros que dentro de un aula te imparten clases, desde la educación preprimaria hasta el posgrado, muchos serán buenos y otros tantos pésimos, pero de todos ellos se aprende algo, de los buenos aprendes conforme a un plan de estudios, que en el mejor de los casos te sirve para el ámbito profesional, pero de los malos aprendes algo más importante, que es lo que no se debe hacer. Son maestros que en el caso de México ganan sueldos bajos pero se ponen enfrente de un grupo de alumnos con el fin de transmitir sus conocimientos y de investigar, que mayormente sus alumnos los ven como sus contrarios pero no se dan cuenta que en realidad esos maestros les están haciendo un bien.
Se me olvidaba, hay también los "maestros" con comillas, aquellos que abandonan clases por ir a marchas, aquellos que ganan millones de un sindicato, aquellos que son gobernadores y endeudan a sus estados, los que cierran carreteras y cometen actos vandálicos, en fin aquellos que a los verdaderos maestros les causa vergüenza que pertenezcan al gremio, aquellos que manchan la profesión, y que manchan a su país, aquellos que no tienen en la sangre la vocación para enseñar, y es que ser maestro conlleva una gran responsabilidad, en las manos de ellos está el futuro de un ciudadano y el de un país, cosa de la que parecen no estar conscientes o importarles poco.
Vuelvo a insistir, en los maestros está el futuro del país, y es nuestra obligación como alumnos, egresados, padres de familia, políticos o gobernantes, apoyarlos en todos los aspectos, hay que entender que sin nuestro apoyo a ellos se les complica su labor. Hay también que agradecer a los verdaderos maestros, darnos cuenta que su labor no es fácil, que se enfrentan con muchos obstáculos y que son una pieza importante de cualquier sociedad. Los buenos maestros son mayoría, pero tal parece que los del último párrafo son los que tienen más impacto en los medios y en la sociedad. Está en las manos de todos revertir ese papel.
Twitter @andrescastillo5