Después de que Sepp Blatter anunció que abandonaría su puesto como presidente de FIFA debido a escándalos de corrupción, el ex miembro del comité ejecutivo de FIFA, Chuck Blazer, admitió ante un juez federal de los EEUU que él y otros miembros del grupo recibieron sobornos por los votos que hicieron para determinar a los anfitriones de las Copas Mundiales de 1998 y 2010.
ESPN se ha enterado que los fiscales revelaron la transcripción del testimonio de Blazer en noviembre de 2013, en donde admitió 10 cargos de conducta ilegal debido a que recibió sobornos.
"A partir de o cerca de 2004 y hasta 2011, yo y otros en el comité ejecutivo de FIFA acordarmos aceptar sobornos en conjunto con la selección de Sudáfrica como el país anfitrión de la Copa Mundial 2010," Blazer dijo al Juez de Distrito Raymond J. Dearie.
La revelación de esta admisión, según la BBC, vino después de que los EEUU lanzaron un caso criminal encontra de FIFA liderada por Blatter por "soborno, extorsión y lavado de dinero." Esto obligó a Blatter a renunciar ya que él y otros ya han sido acusados de corrupción.
Según el mismo reporte, el Departamento de Justicia de los EEUU ha dicho que la organización aceptó sobornos de hasta $150 millones durante un periodo de 24 años.
Para hacer las cosas peores para Blatter y FIFA, CNN mencionó que el dinero al que se refería Blazer vino de "sobornos que recibió en conjunto con derechos de transmisión para cinco Copas Oro, un torneo regional de Estados Unidos, México y otros países en la Confederación de Asocaciones de Fútbol de América del Norte, Central y el Caribe (CONCACAF)."
La BBC añadió que los agentes que investigan el caso ya pusieron a Blazer bajo custodia. El ex miembro del comité de FIFA ya acordó cooperar con la investigación y él específicamente acordó grabar en secreto las conversaciones de sus colegas usando un micrófono colocado en su llavero.
Además de los escándalos de sobornos que Blazer menciona en su confesión, la BBC dijo que autoridades suizas también investigan la elección de las Copas Mundiales 2018 y 2022, con Qatar diciendo que no se le arrebatará su derecho de ser anfitrión del evento en 2022.
"El ministro del exterior Khaled al Attiyah descartó lo que llamó 'una campaña de golpes' como prejuicio anti-arabe y dijo que Qatar confía que podrá comprobar que su selección no fue ilegal," explicó la BBC.
Sudáfrica admitió haber pagado $10 millones a FIFA, pero dicho país negó que fuese un soborno. Explicó que la cantidad fue para "un programa aprobado por encima del tablero que no es igual a un soborno," según Telegraph.
El ministro de deportes de Sudáfrica, Fikile Mbalula, retó a aquéllos que los acusan de comprobar lo que dicen.
"Nos rehusamos a entrar en una batalla entre los Estados Undios y FIFA. Nuestros propósito e intención es asegurar que respondamos a las acusaciones en contra de nuestro país, gobierno y sus ciudadanos. Categóricamente negamos que nuestro país y gobierno hayan sobornado a alguien para obtener los derechos a la Copa Mundial 2010," dijo Mbalula.
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