Felipe Viveros García, uno de los narcotraficantes más buscados de México fue detenido por la Policía Federal en compañía de dos de sus principales cómplices.
El grupo de criminales fue capturado en el estado de Jalisco gracias a los constantes operativos realizados por las autoridades policiales en diversas localidades del estado mexicano y con colaboración de la fiscalía general, según informó la agencia de noticias EFE.
Froylán Barrera Morales y José Bernabé López Alcaraz fueron detenidos al lado de Felipe Viveros al ser vinculados en los crímenes de secuestro, extorsión, homicidio, tráfico de drogas y posesión de armas de fuego.
Una de las actividades que tenían designadas José Bernabé y Froylán Barrera dentro del grupo delictivo era proporcionar seguridad a sus compañeros, manejar los equipos de comunicación de la organización además de mantener vigiladas a las autoridades policiales para informar sobre sus actividades a todos los integrantes de su grupo.
La banda de crimen organizado realizó decenas de secuestros en los que, de acuerdo a las autoridades policiales, mantuvieron aisladas a sus víctimas dentro de casas de seguridad en distintos municipios del estado de Jalisco.
"Eran sometidas a largos periodos de cautiverio en campamentos habilitados como casas de seguridad", dijo la Comisión Nacional de Seguridad.
Al líder de la banda, Felipe Viveros, se le acusó de ser el autor intelectual de más de 200 asesinatos de personas involucradas en carteles de la droga, víctimas a las que secuestraron y algunos delincuentes a los que consideró sus enemigos. Además la agencia de información Associated Press indicó que se existen pruebas que lo vinculan directamente con 10 secuestros.
El narcotraficante realizó sus actividades ilícitas en gran parte de los estados de Jalisco y Guerrero, la misma zona en la que durante mucho tiempo el cartel denominado "Los Caballeros Templarios" se ha enfrentado al cartel "Nueva Generación" por una supuesta lucha del territorio, lo que ha dejado como resultado la muerte de decenas de personas.
Las autoridades informaron que Felipe Viveros también realizaba actividades de extorsión y soborno a altos funcionarios de los gobiernos de Guerrero y Jalisco, lo que le permitió continuar por muchos años con sus delitos sin tener problemas.
Para su captura se contó también con la cooperación de los gobiernos de ambos estados mexicanos, cuya sociedad ha sido una de las más afectadas por la guerra entre los carteles de la droga.