A poco de terminar el año, el estado de la esperada reforma migratoria en Estados Unidos no podía ser más desalentador. Aunque cientos de activistas en todo el país continúan sus manifestaciones en favor de la aprobación de una legislación que ermita una vía a la ciudadanía de 11 millones de indocumentados, todo parece indicar que la discusión en torno a este vital tema tendrá que esperar hasta 2014.
El proyecto de ley migratoria aprobado por el Senado en junio pasado, y que ahora permanece en el limbo en la Cámara de Representantes de EE.UU, faculta a los inmigrantes indocumentados que han nacido en este país para unirse a las fuerzas armadas, algo que muchas personas han esperado durante largo tiempo.
Joseph Medina, un veterano de guerra hispano residente de Minnesota es una de estas personas. De acuerdo con información dada a conocer por la cadena de noticias Univisión, Medina, de 99 años, viajo hasta Washington para compartir algunas experiencias en el Congreso, sin embargo, su delicado estado de salud se lo impidió.
Para el veterano de la Segunda Guerra Mundial, condecorado por su destacada participación en el conflicto bélico, los inmigrantes indocumentados deberían tener el derecho de enlistarse en la armada si lo desean.
El hombre de 99 años contó al MinnPost que a los 29 años, cuando se disponía a embarcar junto con el ejército norteamericano durante la Segunda Guerra Mundial sus superiores descubrieron que era un inmigrante indocumentado y por ley no podía servir.
Medina había llegado desde México junto con su familia cuando tenía cinco años. Se trasladó a St. Paul en 1925 y formó una familia en la región. En 1944 se unió al ejército y justo cuando se registraba para las tropas su situación como indocumentado salió a la luz.
A pesar de esto, sus superiores consideraron que ésta no era una razón suficiente para que no pudiera servir en el ejército de Estados Unidos, país en el que había vivido toda su vida.
Los superiores de Medina idearon una simple estratagema para otorgarle la nacionalidad. Tras concluir su entrenamiento, Medina y otro soldado indocumentado fueron enviados a un consulado de Vancouver, Canadá, en donde un cónsul americano les proporcionó los papeles de su ciudadanía.
Es precisamente este tipo de experiencia la que Joseph Medina desea para los indocumentados que quieran unirse a las fuerzas armadas hoy en día.
Según dio a conocer Univisión, el pasado miércoles 11 de diciembre Medina compartió sus experiencias frente a una multitud convocada por activistas para ayunar y orar para que la reforma migratoria sea aprobada en lo que resta del año.
"Me trajeron a este país cuando tenía cinco años de edad y no tenía idea de que estaba indocumentado. Cuando la Segunda Guerra Mundial comenzó, me uní porque me encanta este país y sólo descubrí que no tenía ningún estatus legal, después me uní a las fuerzas armadas", compartió Medina.
Acompañado por su hijo, el veterano de guerra instó a los activistas a continuar con sus esfuerzos y dijo que existen buenas perspectivas para una reforma migratoria.
"Hoy en día hay millones de soñadores como yo que desean servir al país que conocen como su hogar, pero están excluidos de hacerlo por nuestro sistema migratorio", consideró el hombre según rescata Univisión.