Durante una visita a la frontera sur de Estados Unidos, el candidato republicano a la presidencia Jeb Bush criticó el plan migratorio propuesto por su contrincante Donald Trump, del que opinó está fuera de la realidad y de todo presupuesto.
Frente a cientos de simpatizantes, el otrora gobernador de Florida mencionó que la construcción de una valla a lo largo del límite con México, así como la deportación de los aproximadamente 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos, principales propuestas de Trump en materia de inmigración, son ideas que no atacan el problema de raíz, destacó la sección de política de US Today.
Desde su punto de vista, además de ser una proposición inverosímil, ponerla en marcha dañaría las relaciones comerciales con México, a quien considera un valioso socio comercial, al tiempo que sería un atentado contra los derechos humanos más básicos.
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Añadió que el millonario no tiene una base sólida de conocimientos para crear una estrategia que refuerce la operatividad de la patrulla migratoria y se reduzca el flujo de personas que buscan ingresar al país de manera ilegal.
Para darle un tinte de ironía a sus palabras y agregarles una pizca de humor, insinuó que sería bueno que Trump leyera su libro Immigration Wars (Guerras de Inmigración) para ilustrarse un poco sobre el tema.
En contraste, Bush dio detalles de lo que él haría de asumir la presidencia para frenar el índice de personas sin papeles que viven dispersas por todo el país, o buscan ingresar burlando a las autoridades.
Explicó que reforzaría la vigilancia fronteriza, al tiempo que endurecería el control de las personas extranjeras que entran a territorio norteamericano, pues remarcó, una buena cantidad de los indocumentados entran con visa, pero no regresan a su país cuando se vence la vigencia del documento.
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Sobre el término "bebés ancla", que usó para señalar a quienes se casan con ciudadanos estadounidenses a fin salvaguardar el estatus migratorio de sus hijos, el integrante de la dinastía Bush comentó que no hizo la mención con fines discriminatorios, informó Valley Central.
Aclaró que sus palabras iban dirigidas a ciertos grupos que realizan esta práctica de manera sistemática y organizada, con la única intención de sacar provecho del concepto de ciudadanía por nacimiento.
Para borrar la duda entre el público, aseveró que sería ilógico tener algún tipo de odio contra la comunidad hispana, pues se encuentra felizmente casado con Columba Bush, descendiente de una familia mexico-americana, y por lo tanto sus hijos tienen sangre latina, apunta The Washington Post.
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