Los servicios de asistencia de Los Ángeles se encuentran alarmados ante el incremento de personas sin hogar (conocidos como homeless) que vagan por las calles de la ciudad, de los cuales una importante cantidad son niños.
Según un informe realizado por la organización Economic Rountable, citado por Al Jazeera America, cada mes alrededor de 13 mil personas se benefician con los programas de asistencia pública en la ciudad de Los Ángeles; de este volumen, se ha contabilizado que la mitad son menores de edad.
Este hecho preocupa a los funcionarios encargados de llevar ayuda a los menos favorecidos, pues los registros revelan que la cantidad de gente que puede abandonar la indigencia ha ido a la baja en los últimos años. De permanecer la tendencia, apunta el documento, muchos niños se convertirán en vagabundos vitalicios en un corto plazo.
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Para Daniel Flaming, presidente de Economic Rountable, es imprescindible dejar de dar paliativos temporales a los homeless e implementar soluciones integrales que les permitan tener no sólo un hogar, sino también las condiciones para que no vuelvan a caer en desgracia.
"Se requiere de combinar los recursos de salud, atención a enfermos mentales, servicios sociales, educación, sistema de justicia y agencias de vivienda para restaurar un lugar en la comunidad para los indigentes", comentó.
Los Ángeles Weekly destaca que, aproximadamente, 942 mil personas se quedaron sin casa en la entidad durante los últimos 9 años. Aunque la mayoría pudo salir adelante gracias a que encontraron trabajo o recibieron el apoyo de amigos y familiares, siempre hubo un sector que se quedó estancado, mismo que ha crecido gradualmente.
Si bien los programas de vivienda económica de la localidad han permitido adquirir una casa a cerca de 10 mil indigentes desde 2012, las estadísticas apuntan que pronto también se verán rebasados ante la demanda.
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Por lo tanto, otro de los puntos que se deben atender es la prevención. Los especialistas señalan que es necesario poner la lupa sobre los indicadores de riesgo, que se sabe, propician que las personas abandonen o pierdan su hogar.
Casos de violencia doméstica, jefes (y jefas de familia) que no han encontrado trabajo en mucho tiempo o jóvenes que no acuden a la escuela con regularidad son tan sólo algunas de las situaciones sobre las que los programas de asistencia deben poner atención a fin de evitar crisis mayores.
Según Daily News, el National Center on Family Homelessness destacó en un estudio que 2.5 millones de niños estadounidenses manifestaron haber sido indigentes en algún momento del 2013. El estado que llamó más la atención de los expertos fue California, ya que una quinta parte de sus menores había pasado por esta situación.
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