Lenka Mendoza es una de las mujeres que se prepara física y emocionalmente para peregrinar por los inmigrantes y pedirle al Papa Francisco que interceda por los indocumentados, esto será durante la visita del Pontífice a Washington DC, entre el 22 y 24 de septiembre.
La peruana de 43 años, residente en Dumfries, Virginia, es una de las 150 mujeres que caminarán 100 millas desde una cárcel migratoria de Pennsylvania hasta Washington DC como parte de la campaña "100 mujeres, 100 Millas, una peregrinación hacia el Papa", que organizan grupos de inmigrantes.
Ese mismo día realizarán una vigilia y procesión desde la Basílica al Reflecting Pool del Capitolio; y el 23 de septiembre habrá una peregrinación al Elipse durante la recepción de bienvenida al Papa Francisco en la Casa Blanca.
Entre las organizaciones y campañas que participarán en el evento figuran We Belong Together, Not1More, CASA de Maryland, SEIU, AFL-CIO, PICO y la Coalición de DC de Derechos de los Inmigrantes.
"Estoy realizando caminatas diarias para prepararme. En mi trabajo estoy utilizando las escaleras en lugar de ascensores para moverme de un piso a otro y estoy tomando mucha agua para preparar mi cuerpo", comentó Mendoza al portal tiempolatinocom.
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Otra de las peregrinas participantes es Juana Flores, subdirectora de la organización Mujeres Unidas y Activas de San Francisco, grupo que apoya a trabajadoras domésticas y víctimas de violencia doméstica. Juana fue monja en México y en 1979 estuvo a cargo de preparar las comidas para el Papa Juan Pablo II durante su visita a Oaxaca, México.
Con el paso del tiempo, Juana abandonó el convento y luego se aventuró a cruzar sin documentos a Estados Unidos con sus hijos. Casándose en el país, se regularizó y ahora es ciudadana. Pero vivió momentos amargos como lo viven muchos inmigrantes que esperan una solución permanente a su situación migratoria.
"El Papa Francisco y el señor Donald Trump son dos líneas paralelas muy diferentes. Esperamos que los mensajes de humildad, de paz y de compasión que el Papa predica y vive, alivien un poco el dolor que estamos sintiendo por todo lo que el señor Trump está diciendo", indicó Juana.
"Nos ha humillado profundamente a todos los inmigrantes latinos y esperamos que el Papa contrarreste ese dolor que sentimos. Tengo la esperanza de que el Papa, como el pastor de la iglesia suprema, nos alivie el dolor spiritual, pero que al mismo tiempo presione políticamente y le indique a este señor (Donald Trump) que lo que está diciendo es erróneo y que empuje la reforma migratoria que estamos esperando", señaló la subdirectora.
El Papa Francisco realizará una visita de seis días a Estados Unidos, que incluye además de Washington DC un viaje a Nueva York y Filadelfia.
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