Alrededor de Japón, los departamentos universitarios de Humanidades, Ley y Ciencias Sociales han sido objeto de críticas sistémicas durante las últimas semanas.
Hakubun Shimomura, Ministro de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología, ha enviado una carta a 86 universidades nacionales de Japón alentando fuertemente a tomar "medidas activas para abolir (Ciencias sociales y Humanidades) organizaciones o convertirlas a servir a las áreas que satisfagan las necesidades de la sociedad".
La orden de Shimomura no es obligatoria, pero la carta ha dado lugar a que más de 25 universidades anuncien que cerrarán o cortarán severamente los departamentos, centrándose en cambio en ingeniería y temas basados en ciencias.
La noticia del cierre de departamentos universitarios japoneses llega justo después de que el parlamento japonés votó a favor de la reforma de la 'Constitución pacifista', que ha estado en vigor desde los horrores de la Segunda Guerra Mundial y la ocupación japonesa de China.
Ambos movimientos son ampliamente vistos como el intento más amplio del primer ministro Shinzo Abe de revitalizar la estancada economía de Japón, y reafirmar la situación geopolítica de Japón en el mundo.
Mientras que Japón disfrutó de las cifras de crecimiento económico increíbles en los años de la posguerra, desde 1990 ha experimentado la llamada 'década perdida' tanto con los ingresos y la disminución del PIB de manera significativa.
El crecimiento económico en los años de la posguerra se basó en gran medida a la alta tecnología en productos, y los informes indican que la esperanza de que el gobierno japonés lleve a más estudiantes a las ciencias e ingenierías podría estimular el crecimiento económico de manera sostenible, evitando la ruta impredecible hacia una economía basada en los servicios que muchos países occidentales han tomado.
Además, el sitio Time comenta que el movimiento es más probable que esté conectado a las presiones financieras sobre la educación superior japonesa.
La baja tasa de natalidad de Japón y el envejecimiento de la población significa que hay cada vez menos estudiantes para llenar plazas universitarias, con muchas instituciones que funcionan a media capacidad.
Sin embargo, el comentarista Noah Smith, escribiendo para Bloomberg View, sostiene que los departamentos de humanidades de Japón se inclinan pesadamente hacia la izquierda política, el movimiento reciente podría ser parte de un intento más oscuro "por los conservadores -El lado fuerte de Abe- para mover el país a una dirección más liberal sofocando la disidencia y el debate".
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