Datos tomados del telescopio Kepler han descubierto un fenómeno muy extraño respecto a KIC 8462852, una estrella situada entre las constelaciones de Cygnus y Lyra. El telescopio se había enfocado en la zona durante más de cuatro años, y durante ese tiempo, ha detectado reducciones muy constantes en el brillo de la estrella, lo que apunta a la hipótesis de que algo muy grande está orbitando dicha estrella, de acuerdo con Fox News.
El telescopio espacial Kepler de la NASA se encarga principalmente de observar y detectar pequeños mundos rocosos que orbitan alrededor de estrellas distantes. El poderoso telescopio también detecta erupciones estelares, manchas estelares y anillos planetarios de polvo. Al observar más de 150.000 estrellas, Kepler ha detectado muchos fenómenos cósmicos durante sus años de servicio.
Sin embargo, la actividad en torno a KIC 8462852 es única.
En una entrevista con The Atlantic, Tabetha Boyajian, estudiante de post-doctorado en Yale afirma que los fenómenos alrededor de la estrella no se habían detectado antes.
"Nunca habíamos visto nada como esta estrella. Fue muy raro. Nosotros pensamos que podrían ser datos erróneos o movimiento en la nave espacial, pero todo (los análisis) se veía bien”, dijo.
Lo que es particularmente interesante de KIC 8462852 es el hecho de que su luz se atenúa considerablemente, casi un 20%, durante un tiempo específico, lo que sugiere que hay un objeto masivo orbitando la misma. Dicho cambio de contraste es muy común en las estrellas jóvenes, ya que tienen una tendencia a parpadear en períodos intermitentes y reflejan un exceso de luz infrarroja.
Sin embargo, KIC 8462852 no es una estrella joven.
CNN afirma que se han explorado una serie de explicaciones, pero la hipótesis científica más probable afirma que el cambio de luz es el resultado de un enjambre de cometas, que fueron atraídos al área después de que otra estrella pasó por el sistema solar de KIC 8462852.
Sin embargo esta hipótesis puede ser poco probable, ya que el evento debería haber ocurrido hace poco. Para que la atenuación sea causada por los cometas, el evento debería haber ocurrido hace apenas unos pocos miles de años. Cósmicamente hablando, es un espacio de tiempo muy corto, informa Discovery News.
Por supuesto, la última hipótesis implica algo que viene directamente de la ciencia ficción. Después de todo, los sensores de Kepler no sólo pueden detectar objetos naturales, también pueden detectar estructuras artificiales en el espacio. En pocas palabras, si una civilización extraterrestre es lo suficientemente avanzada, existe la posibilidad de que pudieran haber construido una serie de megaestructuras en el espacio para aprovechar el poder de la estrella.
Si este es el caso, entonces en algún lugar, en medio de las constelaciones Cygnus y Lyra, se encuentra una civilización avanzada, mirando hacia nuestro sistema solar y dándose cuenta de que el Sol se oscurece un poco, cada 365 días.
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