Aunque pareciera que las obras de arte moderno pueden no siempre dar la apariencia de poder ser expresiones del alma del artista, lo sucedido en Italia raya el colmo de lo irreal.
Una exposición de arte tuvo que ser restaurada después de que un grupo de conserjes la tiraran a la basura por error, estos hechos ocurrieron el fin de semana.
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La obra titulada "¿Dónde vamos a ir a bailar esta noche?" fue desechada por una de las personas de limpieza pues constaba de varias colillas de cigarros, botellas de champán vacías y confeti, y la empleada seguramente creyó que se había tratado de alguna inauguración o algún festejo llevado a cabo en el sitio, pues sin preguntar lo llevó a los basureros.
El museo tuvo que volver a instalar la obra tras pedirle su aprobación al famoso dúo creador, Golschmied y Chiari, artistas originarios de Milán, según reportó el portal de noticias de la BBC.
La exhibición, que se encontraba en el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Bozen (o Museoin), es sólo una muestra de vanguardia que deseaban reflejar acerca del hedonismo y la corrupción política que existió en la década de los ochentas.
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Lo que sí tuvo bien claro la conserje a la hora de embolsar los "deshechos", fue que la basura debía ir separada, por lo que colocó en sitios individuales el papel, el plástico y el vidrio: índice de conciencia ecológica.
El museo tuvo que extender una disculpa a los visitantes tras el incidente, bromeando que habían tenido "mala suerte con la nueva señora de la limpieza".
La exposición abrió sus puertas de nueva cuenta el martes.
La directora del museo, Letizia Ragaglia, insistió en que este incidente servirá para abrir una diatriba acerca de lo que se conoce como arte moderno.
"Se ha desatado un gran debat, que va a demostrar cómo es que el arte contemporáneo es capaz de despertar gran interés, o incluso gente molesta. Creemos que es esencial para mantener este diálogo abierto", señaló en un comunicado retomado por el portal New York Post.
"Lo que pasó fue malo. No puede ser posible que una instalación terminara en el cubo de la basura", indicó la pareja de autores a quien no les hizo gracia el suceso.
Algo similar ocurrió en Bari, sur de Italia, en febrero de 2014, cuando un conserje tiró una obra de Sala Murat.
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