First Posted: Dec 14, 2015 01:53 AM EST

Tigres consiguió su cuarta estrella en Primera División de la misma forma que lo hiciera hace 38 años, en la cancha del Estadio Olímpico de los Pumas. Los de la UANL llegaron al partido de vuelta con una ventaja de 3-0 en el global; un marcador que hacía pensar que tenían el título prácticamente asegurado. Pero no fue así.

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El equipo comandado por Memo Vázquez salió desde el primer minuto a buscar el arco rival, mostraron un rostro totalmente diferente al que habían expuesto en el resto de la Liguilla. Sin embargo, los locales atacaron con más ímpetu que claridad o creatividad. El primer tiempo transcurrió con un amplio dominio de UNAM pero sin ninguna oportunidad realmente clara de gol. Así, fue hasta el minuto 44', cuando Eduardo Herrera se encontró un balón dentro del área, tras una serie de rebotes, y lo empujó al fondo de la portería de Nahuel Guzmán.

Cuarenta y cinco minutos para la historia

Con la confianza de haber puesto fin a una racha de más de 360 minutos sin recibir gol que presumía el portero de Tigres, Pumas salió más inspirado en el segundo tiempo. Al 54' Memo Vázquez mandó su primer cambio: salió Alejandro Castro para darle entrada a Fidel Martínez, hombre crucial en el desarrollo de esta historia. Apenas un minuto después de ingresar, el ecuatoriano desbordó por la banda y mandó un centro certero para un gran remate de Matías Britos que marcó el 2-0 a favor de Universidad.

A partir de entonces UNAM se apoderó por completo del partido. Ricardo Ferreti trató de contrarrestar el dominio rival con el ingreso del Gringo Torres en lugar de Rafael Sobis y  el de Antonio Briseño por Jürgen Damm. A pesar del abrumador dominio de los locales, seguían sin lograr la ansiada anotación del empate global y los minutos transcurrían agónicamente. En los últimos diez minutos del partido el técnico local decidió apostar por una carta bajo la manga: ingresó Silvio Torales, quien no había jugado ni un minuto en todo el torneo, en lugar de Emanuel Ludueña, quien dio un gran partido pero ya se mostraba agotado.

El paraguayo fue el héroe inesperado: al 87' remató de cabeza un tiro de esquina para marcar el soñado 3-0, con el cual el Estadio Olímpico estalló en júbilo. El "Como no te voy a querer" volvió a sonar como no se escuchaba desde el Clausura 2011, cuando Pumas ganó su último título. Los locales eran superiores, el momento anímico era suyo y aún tenían tiempo incluso para un cuarto. Pero en dos minutos la ilusión comenzó a desmoronarse: al 90' Eduardo Herrera fue amonestado por una encontronazo con Hugo Ayala y un minuto después, el mismo Herrera volvió a ver la tarjeta amarrilla tras una jugada en la cual buscó desesperadamente el gol del triunfo pero llegó tarde al balón y se estrelló violentamente en un jugador de Tigres. Así, con una remontada histórica, pero con un hombre menos, terminaron los 90 minutos reglamentarios.

La visión del Tuca

Esta vez 'Tuca' Ferreti aprovechó la oportunidad. Reacomodó a su equipo para lanzarlo al frente, para aprovechar la inferioridad numérica de los locales. El cambio fue notable, el  tiempo extra fue dominado por completo por Tigres, parecía cuestión de tiempo y así fue. Al 103' el mejor rompe redes de la Liga, el francés André-Pierre Gignac, demostró porqué fue considerado nuevamente para la Selección de Francia: recibió un servicio, se lo acomodó con la derecha, se dio media vuelta y fusiló a Pikolín con un disparo pegado al palo derecho. Era el 3-1 parcial y el 3-4 global que le daba el título a Tigres.

Para Pumas  parecía ya no quedar nada, salvo esperar un milagro. Y el milagro llegó. Después de atacar incesantemente durante todo el segundo tiempo extra, con más pundonor que técnica, los locales volvieron a lograr la igualada en el global. En un saque de banda, tras una serie de rebotes, el esférico quedó a modo para el defensa universitario Gerardo Alcoba, quien había dado un gran partido y lo selló de esta manera, con un histórico gol a un minuto de terminar el segundo tiempo extra.

Tras 120 minutos de pura garra, la Final del Apertura 2015 se decidió en tanda de penales. Fidel Martínez le puso el primer clavo al ataúd de la UNAM cuando voló el primer tiro. Luego anotaron correctamente Gignac, Juninho y Rivas de Tigres; mientras por Pumas también lo hicieron acertadamente Sosa y Luis Fuentes. El cuarto penal de los locales lo tiró Javier Cortés, el cual fue atajado por una gran reacción de Nahuel Guzmán. Finalmente Israel Jiménez, quien ya fuera Campeón con Tigres en Apertura 2011, marcó el penal que confirmó el título de la UANL.

Tigres es Campeón del Apertura 2015 tras una final histórica, donde Pumas dio una demostración de garra la cual fue reconocida por su afición; al terminar el partido, a pesar de la derrota, volvió a sonar el "Como no te voy a querer", como no lo hiciera desde el Clausura 2011.

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